“Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón”: Mario Benedetti.
El rumbo que se toma consiste en la sucesión diaria de decisiones. Según el estudio del neurocientífico Moran Cerf de la Universidad de Illinois, ha estudiado todos los mecanismos neuronales de este proceso y la investigación concluye que en la manera más convincente de desarrollar la felicidad tienen poca relevancia los bienes materiales e incluso la forma de pensar de las personas, se basa en las decisiones claves que hay que tomar en la vida, es allí donde el proceso es plagado de una mentalidad sesgada que nubla el juicio; es allí donde las personas recuerdan malas experiencias como buenas y viceversa, y dejan que sus emociones conviertan una elección racional en una que no lo es.
Fundamenta y decide tus relaciones, como administrar, quién es tu pareja, hacer el bien a los demás o a qué rumbo se dirige. La vida siempre nos enseña, como dijo el poeta Walt Whitman: “No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento, pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión, la vida es desierta y es un oasis, nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa. Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo. Aprende de quienes pueden enseñarte.
El consejo del rey Salomón: “Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida”, Proverbios 4:23 NTV.
Dios le ha dado la vida con un propósito, saber discernir los tiempos y temporadas. Para muchos, los planes se tuercen; para otros atraen el éxito.