20/12/2025
01:48 PM

Abren las reinas

Estoy convencido de que la impopularidad del “Hoy no circula”, que el gobierno piensa tratar de introducir nuevamente, se debe no a la medida en sí, pero a la forma en que se presentó.

    Estoy convencido de que la impopularidad del “Hoy no circula”, que el gobierno piensa tratar de introducir nuevamente, se debe no a la medida en sí, pero a la forma en que se presentó.

    Desde el principio el proceso estuvo lleno de controversias, empezando por las denuncias de irregularidades en la compra de las calcomanías; ¿por qué no se hizo una licitación? ¿Es cierto que el costo era mucho menor a la cantidad pagada? Se ordenaron antes de que la medida fuera aprobada, ¿por qué?

    Nunca aclararon nada, dejando una fea duda en la suspicaz y cansada mente del pueblo.
    También molestó la prepotencia de los voceros de Casa Presidencial.

    No a muchos gustó aquella declaración de que “ojalá que la Corte Suprema no politice el asunto”.

    La verdad es que nadie había dicho nada; fue [ese el primer matiz político que se le dio al tema.
    Antes de eso ni siquiera la oposición política había dicho nada, ellos inclusive han apoyado todas las iniciativas relacionadas con los combustibles, como la fallida y costosa licitación.

    Desde la escuela nos han venido enseñando aquello de la independencia de los poderes y gran parte del pueblo sabe que eso es uno de los pilares de la democracia.

    ¿Por qué cuestionar una resolución de la Corte cuyo resultado ni siquiera se sabía?
    Declaraciones desafortunadas como ésa –o las proferidas contra la “Marcha por la paz” realizada por el pueblo de San Pedro Sula– son las que hacen impopulares a gobiernos y mandatarios.

    Pero, sobre todas las cosas, creo que lo que más molesta a la gente es la forma injusta en que se reparte la carga entre pueblo y gobierno.

    Mientras a la gente se le pide sacrificios y se le carga con terribles alzas en combustibles y electricidad, los funcionarios del gobierno se dan la gran vida, gastando sin ninguna consideración el dinero del pueblo.

    No agradan las comitivas enormes en los frecuentes viajes del Presidente (a Cuba fueron más de 50 personas).

    En estos tiempos de internet y comunicaciones veloces, ¿para qué tiene que ir tanta gente?
    La carga debe distribuirse parejo.

    Reducir la circulación es una buena medida, pero sólo si se aplica a todos por igual; buses, taxis, rapiditos y TODOS los carros del gobierno, incluyendo ministros y, claro, dotando de alguna seguridad al transporte público.

    También el gobierno debe reducir el número de asesores y funcionarios sin ninguna ocupación definida.
    Todos recordamos el reciente caso del ex canciller, quien se vio obligado a renunciar después de haber provocado un escándalo, entonces e inmediatamente se le volvió a contratar como asesor.

    ¿Quién “asesoraba” antes al Presidente? ¿Fue acaso creado un puesto sólo para dar empleo a un amigo?

    Y está también el gasto en la enorme publicidad del gobierno, ¿es necesaria? ¿Cuántas veces al día pasan un largísimo anuncio por televisión en el cual critican la resolución de la Corte Suprema y hablan de los tanques de Dippsa?

    ¿Cuánto cuesta cada vez que se transmite? Si el gobierno diera el ejemplo reduciendo en forma notoria los gastos innecesarios, quizá todos veríamos con menos disgusto (y hasta apoyaríamos) medidas como “Hoy no circula”. Mientras tanto y ante la nueva jugada del gobierno sólo puedo decir que “Abren reinas”.