15/09/2024
12:21 AM

¿A quién culpará usted?

¿Recuerda a Adán excusándose y echando la culpa a Eva? “La mujer me tentó y por eso yo comí el fruto prohibido”. Desde entonces le hemos echado la culpa a todo, con tal de no aceptar nuestra responsabilidad.

    ¿Recuerda a Adán excusándose y echando la culpa a Eva? “La mujer me tentó y por eso yo comí el fruto prohibido”. Desde entonces le hemos echado la culpa a todo, con tal de no aceptar nuestra responsabilidad.

    A la mala salud, a los hermanos dominantes, al ser hijo único o a pertenecer a una familia demasiado numerosa, a tener padres demasiado complacientes o demasiado severos, al gobierno, y hasta a Dios. Todo ello ha sido utilizado como objeto de nuestras acusaciones.

    El doctor William D. Baxter, psiquiatra inglés recientemente fallecido, hizo una lista de las “Coartadas mentales” que el común de la gente se da para no triunfar en la vida. Y alármese usted, logró armar una lista de ¡273 razones distintas! Otro doctor, también psiquiatra, el William Kaufman, dice que muchos de sus pacientes “aprenden toda clase de falsas excusas psíquicas para sus defectos y sus comportamientos”.

    Pero al echar la responsabilidad a otros por nuestros errores, hacemos algo peor que tratar de liberarnos de culpas. Lo que realmente hacemos es poner en sus manos nuestras vidas. ¿No es tonto ser un profesional mediocre arguyendo que el profesorado de la Universidad deja mucho que desear? ¿O hacer un trabajo a medias por la razón de que no congeniamos con nuestro jefe? Cualquier incompetente encontrará razones para su incompetencia, pero eso no lo eximirá de ello.

    Más valiera utilizar nuestro tiempo en desarrollarnos, actuar bien y no tener que buscar excusas. Dorothy Carnegie al comentar el tema en su libro “Cómo conservar la juventud” recuerda que Jesús daba a entender claramente que lo importante era rehacer la vida de uno de acuerdo a una norma mejor, y no revolcarse en las profundidades de la compasión de sí mismo. ¿Un ejemplo? “Vete y no peques más...”. Verdadera grandeza en la sencillez práctica.

    ¿A quién culpará usted? Una cosa es cierta. Si ha de vivir usted una vida plena de esperanzas y realizaciones, la respuesta es solo una: el único responsable debe ser usted mismo. Así su futuro estará en buenas manos.

    LO NEGATIVO: Seguir perdiendo tiempo en encontrar a quien culpar, y pensar que eso es una solución para nuestros problemas.

    LO POSITIVO: Aceptar el hecho de que en este mundo cada quien, para bien o para mal, es responsable de sí mismo.