Si es necesario, Donald Trump está dispuesto a paralizar el Gobierno estadounidense con tal de que el Congreso financie el muro fronterizo con México.
Durante un mitin en Phoenix, Arizona, el mandatario estadounidense atacó a los legisladores demócratas, a los que calificó de obstruccionistas, por no haber aprobado los fondos para la infraestructura. 'De alguna forma u otra vamos a levantar el muro, estamos estableciendo controles rigurosos para que los extremistas no entren a nuestro territorio', dijo.

'Construiremos ese muro aunque tengamos que paralizar el Gobierno', sentenció.
Trump intenta que el Congreso financie la infraestructura, con un costo estimado de 22 mil millones de dólares y cuya construcción debería haber empezado ya, según sus planes.
Por el momento, ha conseguido que la Cámara de Representantes apruebe 1,600 millones para iniciarlo, pero la propuesta tiene un futuro incierto en el Senado.
Ahora, Trump amenazó que su Administración está dispuesta a llevar la negociación hasta el final: si ninguna parte cede en la fecha límite, el 30 septiembre, el Gobierno estadounidense se quedaría sin fondos para operar y entraría en parálisis.
Con esto, cerrarían varias oficinas de Washington y se detendrían los sueldos de algunos funcionarios.
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Antes de su discurso, el Presidente visitó la base de operaciones de la Patrulla Fronteriza en Yuma, se ubica en una región del desierto que separa Arizona de California y representa el único lugar fronterizo que votó por el republicano. Ahí observó parte del equipo utilizado por la Patrulla para detectar el tráfico de drogas e indocumentados a lo largo de la frontera.
'Hoy los policías fronterizos me dijeron que es vital el muro. Algunas paredes las estamos reparando, es importante ver qué hay del otro lado. Dijeron 'Señor Presidente, usted no tiene idea de cuán desesperadamente necesitamos el muro'', afirmó durante el mitin.