Berlín, Alemania.
El escándalo en torno a las actividades de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Alemania cobró ayer una nueva dimensión tras la detención de un agente alemán por presunto contraespionaje.
Todo apunta a que el sospechoso filtró a Estados Unidos información de la comisión parlamentaria creada para investigar ese asunto.
El agente, de 31 años y miembro de los servicios secretos alemanes, habría estado ejerciendo durante dos años de doble agente al servicio de la NSA estadounidense, según informaciones coincidentes del semanario Der Spiegel y el diario Süddeutsche Zeitung.
La detención se practicó por orden de la Fiscalía Federal, que procedió a comunicarlo a la comisión de secretos oficiales del Parlamento y a la que investiga el escándalo del espionaje masivo de Estados Unidos, así como a la canciller alemana, Angela Merkel.
Según la edición, el hombre habría confesado que vendía sus servicios a Washington y recibía las instrucciones a través de la embajada estadounidense en Berlín.
Se asegura que el presunto doble agente filtró 218 documentos internos alemanes, incluidas tres actas relacionadas con las pesquisas de la comisión investigadora del Bundestag (Parlamento federal).
El escándalo en torno a las actividades de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Alemania cobró ayer una nueva dimensión tras la detención de un agente alemán por presunto contraespionaje.
Todo apunta a que el sospechoso filtró a Estados Unidos información de la comisión parlamentaria creada para investigar ese asunto.
El agente, de 31 años y miembro de los servicios secretos alemanes, habría estado ejerciendo durante dos años de doble agente al servicio de la NSA estadounidense, según informaciones coincidentes del semanario Der Spiegel y el diario Süddeutsche Zeitung.
La detención se practicó por orden de la Fiscalía Federal, que procedió a comunicarlo a la comisión de secretos oficiales del Parlamento y a la que investiga el escándalo del espionaje masivo de Estados Unidos, así como a la canciller alemana, Angela Merkel.
Según la edición, el hombre habría confesado que vendía sus servicios a Washington y recibía las instrucciones a través de la embajada estadounidense en Berlín.
Se asegura que el presunto doble agente filtró 218 documentos internos alemanes, incluidas tres actas relacionadas con las pesquisas de la comisión investigadora del Bundestag (Parlamento federal).