Estados Unidos.
El domingo por la noche y la madrugada del lunes los habitantes de gran parte del mundo, incluido el continente americano, tendrán la oportunidad de disfrutar de un espectáculo poco usual.
Se trata de un eclipse de Luna total (en el que la Luna queda completamente en sombras porque la Tierra se interpone entre ésta y el Sol) que además coincide con una superluna.
Esto ha inquietado a la Nasa. ¿Por qué? Porque temen que la falta luz solar pueda dejar sin energía a una de sus naves espaciales más importantes: el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO, por sus siglas en inglés), cuya misión consiste en explorar nuestro satélite natural.
El eclipse total durará más de una hora y 'la nave se quedará sin luz directa del Sol por cerca de tres horas'.
Como la sonda recarga sus baterías con energía solar, durante el eclipse la NASA deberá tomar una serie de precauciones.
'Precalentamos la nave y luego apagamos los instrumentos para mantenerla segura', dice a la BBC Noah Petro, científico de la agencia espacial estadounidense.
'Es como con un teléfono, cuando me llega una alerta que me indica que me queda un 20% de batería: puedo apagar el wifi o ciertas aplicaciones que siguen abiertas en el fondo', señala Noah.
'Anticipamos que todo ocurrirá sin problemas durante el eclipse y nos recuperaremos de sin inconvenientes. Estaremos preparados para ello y listos para resolver lo que suceda'.
El domingo por la noche y la madrugada del lunes los habitantes de gran parte del mundo, incluido el continente americano, tendrán la oportunidad de disfrutar de un espectáculo poco usual.
Se trata de un eclipse de Luna total (en el que la Luna queda completamente en sombras porque la Tierra se interpone entre ésta y el Sol) que además coincide con una superluna.
Esto ha inquietado a la Nasa. ¿Por qué? Porque temen que la falta luz solar pueda dejar sin energía a una de sus naves espaciales más importantes: el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO, por sus siglas en inglés), cuya misión consiste en explorar nuestro satélite natural.
El eclipse total durará más de una hora y 'la nave se quedará sin luz directa del Sol por cerca de tres horas'.
Como la sonda recarga sus baterías con energía solar, durante el eclipse la NASA deberá tomar una serie de precauciones.
'Precalentamos la nave y luego apagamos los instrumentos para mantenerla segura', dice a la BBC Noah Petro, científico de la agencia espacial estadounidense.
'Es como con un teléfono, cuando me llega una alerta que me indica que me queda un 20% de batería: puedo apagar el wifi o ciertas aplicaciones que siguen abiertas en el fondo', señala Noah.
'Anticipamos que todo ocurrirá sin problemas durante el eclipse y nos recuperaremos de sin inconvenientes. Estaremos preparados para ello y listos para resolver lo que suceda'.