Una visita a una playa se convirtió en una película de terror para un adolescente de Melbourne, Australia. La causa exacta es todavía un misterio, pero unos pequeños crustáceos de mar podrían ser culpables.
Después de jugar al fútbol con sus amigos, Sam Kanizay, de 16 años, sumergió las piernas y los pies en el agua familiar de la playa Dendy Street de Brighton el sábado para calmar sus adoloridos músculos, según el Washington Post. Lo que sucedió después fue inesperado.
Jarrod Kanizay, el padre de Sam, le dijo al Post que cuando su hijo levantó sus pies del agua, vio sangre. Mucha sangre.
Sam Kanizay luego de ser curado por los médicos.
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Descubrieron miles de pequeños mordiscos en las piernas del adolescente, casi como si lo hubieran picado con un alfiler en repetidas ocasiones.
'No había manera de detener el sangrado', dijo su padre. Sólo tuvimos que llevarlo al hospital.
El padre de Sam lanzó carne cruda como carnada para identificar la especie que atacó las piernas de su hijo.
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Sam dijo que su dolor era de 'de 8 en una escala de 10', dijo su padre al diario, agregando que el personal del hospital estaba desconcertado por su lesión.
Investigando por su cuenta, Jarrod Kanizay se puso dos trajes de neopreno, volvió a donde su hijo se había empapado los pies y usó carne cruda para atraer a las plagas desconocidas en una red de piscina. Recogió miles de ácaros, cada uno de aproximadamente 2 milímetros de largo, de acuerdo con el Post.
Así es la especie conocida como pulgas marinas.
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Debido a que no tienen propiedades venenosas, el daño no será duradero; Sam se recuperará, según dice la publicación.