Los caucus de Iowa, que abren el camino a la Casa Blanca, han mostrado que Donald Trump puede hacer historia, que el senador Bernie Sanders le puede arrebatar a la demócrata Hillary Clinton el voto joven y que el senador Marco Rubio es el más sólido candidato del 'establishment' republicano.
Si Iowa puede extrapolarse al resto de la carrera de primarias demócrata y republicana, 2016 puede pasar a la historia como una de las elecciones menos convencionales de los últimos años, con un Partido Demócrata más a la izquierda y unos republicanos que han ignorado a sus tradicionales líderes: los gobernadores.
El senador cubano-americano Marco Rubio, que quedó tercero con un 23 % de los votos de las asambleas populares de Iowa, demostró su fuerza entre los republicanos de zonas urbanas y se convierte en el único aspirante del 'establishment', de la política tradicional que tiene suficiente fuerza para hacer frente al magnate Donald Trump.
![]() Analistas afirman que Rubio es el auténtico ganador de los caucus en Iowa.
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'Rubio es el verdadero ganador. Ha excedido las expectativas. Además se convierte en el preferido del 'establishment', lo cual cambia toda las dinámica del partido', opinó para Efe el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Iowa State, Steffen Schmidt.
Trump ha hecho historia pese a quedar segundo a solo tres puntos del ganador, el senador Ted Cruz, el candidato de los evangelistas, con un 24 % de los votos y el segundo mayor número total de votos en la historia de los caucus de Iowa, que atrajeron a 180.000 personas.
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El 'showman' ha conseguido movilizar a un gran número de personas desencantadas con la política conservadora tradicional y si mantiene esa capacidad de movilización es muy probable que Trump se convierta en el candidato nominado para las Presidenciales de noviembre.
Descartado Cruz, que no se identifica con el 'establishment', Rubio parece ser el único político del aparato del partido con apoyo suficiente, ya que su más inmediato seguidor en Iowa, el neurocirujano Ben Carson, no llegó al 10 % y todos los gobernadores y exgobernadores juntos no superaron el 9%.