El papa Francisco pidió este domingo compartir las vacunas contra el covid-19 con los países más pobres, en su tradicional mensaje de Pascua, marcada este año por la aceleración de pandemia pese a las campañas de vacunación.
'En el espíritu de un 'internacionalismo de las vacunas', insto a toda la comunidad internacional a un compromiso común para superar los retrasos en su distribución y para promover su reparto, especialmente en los países más pobres', dijo Francisco, en su homilía en la basílica de San Pedro, antes de la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo).
La víspera el papa había lanzado un mensaje de esperanza: 'Siempre es posible volver a empezar, porque existe una vida nueva que Dios es capaz de reiniciar en nosotros más allá de todos nuestros fracasos', dijo en la Vigilia Pascual del sábado por la noche.
En Europa, azotada por una tercera ola de covid-19, toda Italia está clasificada como zona 'roja', con alto riesgo de contagio y restricciones máximas para las celebraciones de Semana Santa, que suelen ser ocasión de reuniones familiares.
Sin embargo, los italianos podían salir del país y algunos se prepararon para irse de vacaciones.
- Las vacunas, 'herramienta esencial' -
Después de rendir homenaje a los médicos y enfermeras en primera línea de la pandemia, el papa Francisco recordó que 'las vacunas son una herramienta esencial' en la lucha contra el virus.Estados Unidos, el país más afectado tanto en muertes como en número de casos, superó el viernes el umbral de los 100 millones de personas que han recibido al menos una dosis de la vacuna.
Pero la vacunación sigue estando sujeta a dudas, como en los casos de trombosis y coágulos, algunos mortales, relacionados con la vacuna de AstraZeneca.
La Agencia Británica del Medicamento (MHRA) dijo el sábado que siete personas inmunizadas con la vacuna sueco-británica habían muerto por coágulos en el Reino Unido, de un total de 30 casos identificados. Pero estas cifras deben compararse frente al total de más de 18 millones de dosis administradas.
En cuanto a la vacuna rusa Sputnik V, promovida por el Kremlin, su imagen se vio afectada por el anuncio el viernes del presidente argentino Alberto Fernández de que había dado positivo, a pesar de haber recibido dos dosis de ese fármaco en enero y febrero.