El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo este lunes que no hay evidencia clara de que el autor de la masacre en un club gay en Florida fuera dirigido por un grupo extranjero o fuera parte de un ataque mayor.Obama dice que no hay pruebas de que ataque en Orlando fue dirigido desde el exterior
'Aún no conocemos' las motivaciones del tirador, dijo Obama en la Casa Blanca, tras discutir con sus asesores de seguridad sobre el peor tiroteo en la historia estadounidense.
El mandatario dijo que el atacante, Omar Mateen, parecía haber absorbido diversos tipos de 'información extremista' en internet.
'A estas alturas vemos que no hay evidencias claras de que fuese dirigido desde el exterior', dijo Obama, precisando que la investigación estaba en su 'etapa preliminar'.
'Parece que en el último minuto anunció lealtad al (grupo yihadista) Estado Islámico, pero no hay evidencia hasta ahora de que de hecho fuera dirigido por ellos', añadió.
'Tampoco hay evidencia directa de que era parte de un ataque mayor', dijo Obama.
La radio del grupo Estado Islámico se atribuyó este lunes el ataque, confirmando lo adelantado el domingo por la agencia Amaq, afín a la organización, y presentó a Omar Mateen, como 'uno de los soldados del califato en Estados Unidos'.
El ataque perpetrado en el club Pulse, un emblema de la comunidad gay de Florida, mientras celebraba una 'noche latina' el sábado dejó 49 muertos y más de 50 heridos, muchos de ellos con apellidos de origen latino.
El mundo político estadounidense reaccionó rápidamente al tiroteo, con liberales argumentando la necesidad de mayores controles al acceso a las armas y los conservadores exhortando por un endurecimiento de las medidas antiterroristas.
Las autoridades estadounidenses investigaban este lunes el pasado de Omar Mateen, el autor del peor atentado en el país desde el 11 de septiembre de 2001, para entender sus lazos con el grupo yihadista Estado Islámico, que se atribuyó el ataque.
La matanza, que dejó 49 muertos más el atacante, y 53 heridos, se produjo en la discoteca gay Pulse, que celebraba una 'noche latina' con espectáculos de drag-queens. Las autoridades de esta ciudad de Florida identificaron ya a 48 víctimas mortales, que en su gran mayoría llevan apellidos latinos.
La radio del grupo yihadista Estado Islámico se atribuyó este lunes el ataque, confirmando lo adelantado el domingo por la agencia Amaq, afín a la organización, y presentó a Omar Mateen, como 'uno de los soldados del califato en Estados Unidos'.
La policía federal, FBI, que profundizaba su investigación en el lugar del ataque, desplegó efectivos para rastrear el pasado de Mateen, un ciudadano estadounidense de origen afgano.
'La investigación seguirá esta noche. Hemos probablemente procesado más de cien pistas', dijo el lunes el agente especial Paul Wysopal, a cargo de la pesquisa.
'Como saben, después de los atentados del 11 de septiembre, ninguna piedra se queda sin voltear (...) Seguiremos las pistas hasta donde nos lleven', añadió.
El FBI admitió que Omar Mateen, de 29 años, había sido investigado antes debido a sus contactos con un kamikaze estadounidense.
Atacante frío y metódico
El atacante, empleado de una compañía de seguridad, irrumpió en Pulse a la 02H00 (06H00) del domingo con un rifle de asalto y una pistola. Luego de disparar contra varias personas se encerró con rehenes en los baños y llamó a los servicios de urgencia (911) para expresar su lealtad al Estado Islámico.
Uno de los heridos, Ángel Colón Jr, de 26 años, describió a su padre un agresor frío, que actuó de forma metódica hasta que irrumpió un equipo de las fuerzas especiales, que se enfrentó al atacante hasta matarlo.
'Pasaba delante de cada persona que estaba tirada en el suelo y le disparaba, para asegurarse de que estaba muerta', explicó su padre, que también se llama Ángel Colón, al salir del hospital Orlando Regional Medical Center.
El presidente Barack Obama, líderes musulmanes de Estados Unidos, el papa Francisco y dirigentes de todo el mundo condenaron el ataque, considerado como el peor acto terrorista en suelo estadounidense desde los del 11 de setiembre de 2001.
Obama, dijo el lunes que no hay evidencia clara de que Mateen fuera dirigido por un grupo extranjero, aunque parecía haber absorbido diversos tipos de 'información extremista' en internet.
De forma simbólica, la Torre Eiffel de la capital francesa se iluminará la noche de este lunes con los colores de la bandera arcoiris, adoptada por los grupos gay.
Nacido en Nueva York en 1986, Mateen es hijo de afganos y vivía en Port St Lucie, Florida, a unas dos horas en auto de Orlando.
Su padre dijo que su hijo actuó movido por su homofobia. 'Esto no tiene nada que ver con la religión', dijo a NBC News.
FBI investiga
La exesposa de Mateen, quien se divorció en 2011, dijo que él era una persona abusadora y violenta pero no especialmente religiosa.
Empero, el agente Ron Hopper del FBI dijo que su conducta había despertado sospechas en los últimos años.
En 2013 fue investigado tras haber hecho comentarios a compañeros de trabajo que daban a entender su familiaridad con el terrorismo.
En 2014 volvió a ser interrogado, debido a su relación con Moner Mohammad Abusalha, el primer ciudadano estadounidense que cometió un ataque suicida en Siria y se le consideraba miembro de una organización aliada de Al Qaida.
'Determinamos que el contacto había sido mínimo y en aquel momento no constituía una relación propiamente dicha o una amenaza', dijo Hopper.
La matanza de Orlando fue cometida en momentos en que se intensifica la campaña de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
La candidata demócrata Hillary Clinton estimó que Estados Unidos debe atacar la 'red global que alimenta la radicalización', afirmando que si es electa creerá un equipo para detectar y prevenir los ataques de los 'lobos solitarios'.
Su rival republicano Donald Trump no tardó en decir que tenía razón cuando propuso prohibir el ingreso de musulmanes a Estados Unidos.
Chalecos bomba
La masacre recuerda a lo ocurrido la noche del 13 de noviembre pasado en la sala Bataclan de París, donde 90 personas murieron en una toma de rehenes seguida de un asalto de las fuerzas del orden.
El jefe de la policía de Orlando, John Mina, describió un atacante calmado cuando conversaba con las fuerzas del orden por teléfono, pero luego que Mateen hizo comentarios sobre 'chalecos bomba' y 'explosivos', las fuerzas especiales asaltaron el club.
Un blindado policial arrasó una pared e irrumpió en el lugar, y más agentes se sumaron al tiroteo que culminó con la muerte del atacante.
'Sabíamos que era la decisión correcta y creemos que previnimos una eventual pérdida de vida y salvamos muchas, muchas vidas', dijo Mina en rueda de prensa este lunes.
Los testigos describieron escenas de horror, de cuerpos cayendo y de sangre por doquier.
'Era un completo caos', dijo a la AFP Janiel Gonzalez.
'La gente gritaba 'Ayúdenme, ayúdenme, estoy atrapado' y se pisoteaba', señaló este joven.
La masacre, que se perpetró en el mes del Orgullo Gay en Estados Unidos, echó sombras sobre el tradicional desfile gay de Los Ángeles que se realizó tal como estaba previsto de antemano pero con una multitud abatida por la tragedia de Orlando.