Un gran destello de luz de una energía enorme llegó a la Tierra el año pasado tras un viaje de 2,000 millones de años luz a través del cosmos y perturbó las capas superiores de la atmósfera de una manera sin precedentes, según un estudio publicado el martes.
El 9 de octubre de 2022, los astrónomos detectaron una gigantesca erupción de rayos gamma, la forma más intensa de radiación electromagnética, un fenómeno provocado por los eventos más extremos del universo, como las explosiones de estrellas gigantes.
Este estallido de rayos gamma apodado BOAT (“Brightest Of All Time”, “El más brillante de todos los tiempos”), emitido a una distancia de unos 2,000 millones de años luz, iluminó los telescopios durante solo siete minutos, pero dejó una luz residual visible para astrónomos aficionados durante siete horas.
Los poderosos rayos activaron detectores en India y activaron instrumentos dedicados al estudio de las erupciones solares.
Los científicos pudieron determinar rápidamente su impacto en las comunicaciones de radio de onda larga en la parte inferior de la ionosfera (la capa superior de la atmósfera terrestre), entre 60 y 350 km sobre el nivel del mar.
Investigadores italianos y chinos observaron además, y por primera vez, que también había afectado a la parte superior de esta misma ionosfera.
La ionosfera superior, ubicada entre 350 y 950 km sobre la Tierra, cerca del límite del espacio, es donde la radiación del Sol se transforma en partículas cargadas que forman un importante campo eléctrico.
Desde hace unos veinte años, los expertos han estado debatiendo la posibilidad de que los estallidos de rayos gamma puedan afectar la ionosfera superior, explica Mirko Piersanti, autor principal del estudio publicado en Nature Communications.
“Creo que finalmente hemos respondido a esta pregunta”, comentó este investigador de la universidad italiana de L’Aquila.
Su equipo científico tuvo suerte porque el satélite chino-italiano CSES, equipado con un detector de campo eléctrico, estaba “exactamente en la zona iluminada por el estallido de rayos gamma”, a 500 km sobre la Tierra. “Hemos encontrado una forma en el campo eléctrico que nunca antes se había observado”, dijo el investigador.