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“¡No cierres los ojos!”: súplica de migrante tras accidente en México que deja 54 muertos

  • 10 diciembre 2021 /

La cifra de migrantes muertos este jueves en un accidente de carretera en el sur de México aumentó a 54, informó la Fiscalía General.

Ciudad de México, México.

“¡No te duermas! ¡No cierres los ojos¡”, suplica un migrante a su compañero malherido. Minutos antes, el camión en que viajaban, hacinados y temerosos, volcó en una carretera del sur de México con saldo de 54 muertos y decenas de heridos.

Esa escena es lo primero que vio y escuchó Sabina López, una de muchas vecinas de El Refugio, un barrio popular aledaño a la autopista, que corrieron tras escuchar el estruendo del tráiler que trasladaba clandestinamente a un centenar de indocumentados, en su mayoría centroamericanos.

“¡Acuérdate de lo que le prometiste a tu mamá! ¡Aguanta¡”, recuerda Sabina que imploraba el hombre a su amigo malherido.

El accidente se produjo en una carretera del estado de Chiapas, principal punto de acceso de indocumentados, cuando el tráiler chocó contra un muro presuntamente por exceso de velocidad. Cubiertos con sábanas blancas, los cadáveres fueron acomodados en hilera sobre la vía, en medio de una intensa movilización de paramédicos, autoridades y vecinos del lugar como Sabina López.

El panorama que halló la mujer fue desolador: decenas gritando de dolor, muchos atrapados en la caja destrozada del vehículo, otros inconscientes y algunos ilesos pero abrazándose, aterrados e incrédulos.

“Fue horrible escuchar los lamentos. Solo pensé en ayudar”, dijo López, de 18 años, a la AFP. Poco después, la Fiscalía confirmaba la magnitud del horror: 53 de ellos murieron en la colisión y otros tantos resultaron heridos.

Ese reporte no precisó la nacionalidad de las víctimas, pero autoridades regionales refirieron que en su mayoría son guatemaltecos.

Muertos regados en la autopista

El fuerte sonido del choque alertó que algo grave había pasado y una vez en la carretera la sospecha quedó confirmada.

López explica que el tráiler se estrelló contra el muro de un puente peatonal y se volcó con tal violencia que la caja se partió por la mitad y el techo se desprendió.

“Llegaron los de Migración y nos dijeron que ayudáramos a recoger las mochilas porque ahí vienen documentos de identificación. Entonces las fuimos poniendo un lado, las fuimos apilando y ellos se las llevaron”, relata.

Según declararon varios testigos a medios locales, el conductor del transporte se dio a la fuga tras el accidente.

Ellos mismos asumieron el papel de rescatistas. Bajaron a los migrantes de la caja como pudieron. A los fallecidos los depositaron en hilera sobre el asfalto y luego los cubrieron con sábanas blancas.

“Había muchísima gente tirada, algunos ya estaban muertos. Ayudamos a los paramédicos en lo que pudimos con otros muchachos para auxiliar a los que todavía tenían signos vitales”, narra Isaías Díaz, quien llegó 15 minutos después del siniestro.

Otros vecinos de El Refugio afirman que el chófer y otra persona que venía con él estaban ensangrentados, pero se dieron a la fuga, casi arrastrando los pies.

El traslado de migrantes en camiones es uno de los métodos más habituales con el que traficantes de personas los internan en territorio mexicano, con el objetivo de llegar hasta la frontera norte del país e intentar cruzar hacia Estados Unidos.

“Llanto, dolor, desesperación”

Algunos, desesperados, telefoneaban a los servicios de emergencia. Otros se dedicaron a lo inevitable: comenzar a acomodar a los muertos.

“Vi a cinco, seis niños, heridos obviamente. Gente (que tenía) quebradas las piernas, las costillas, la cabeza, cortes en el cuello, de todo”, describe Díaz impactado.

Minutos después apareció una primera patrulla policial, cuyos agentes se limitaron a comentarles que harían llamadas para que llegara “lo más pronto posible” la ayuda de las ambulancias.

Los vecinos indicaron que a pocos kilómetros del lugar de la tragedia se ubica un retén de la policía municipal, por lo que les sorprende que el tráiler marchara a gran velocidad.

“Fue pésimo, la verdad... El llanto, el dolor, la desesperación. Se respira un ambiente muy feo”, añade Díaz.

Además de socorrerlos, algunos vecinos consolaron a los sobrevivientes, ofreciéndoles agua o sus teléfonos celulares para que se comunicaran con sus familias, atestiguó la AFP.

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador lamentó la tragedia y dijo era un hecho “muy doloroso”, según un mensaje en Twitter.

“Me solidarizo con las familias de las víctimas, a quienes ofrecemos toda la asistencia consular necesaria, incluyendo las repatriaciones”, señaló por su parte el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, en la misma red social.

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, indicó que las víctimas son originarias de distintos países. “Son originarios la mayor parte de ellos de Guatemala”, dijo Luis Manuel García, director estatal de Protección Civil, citando a sobrevivientes.

La tragedia ocurrió tres días después de que se reactivara, por orden judicial, un criticado programa de Estados Unidos que obliga a los migrantes a esperar en México la respuesta a sus solicitudes de asilo.

Los heridos fueron trasladados a hospitales públicos y privados, mientras el Instituto Nacional de Migración informó que trabaja para “identificar los cuerpos, cubrir los gastos funerarios y facilitar la repatriación de los restos”. También ofreció “atención humanitaria” y regularizar la situación migratoria de los sobrevivientes.

“Se requieren alternativas migratorias y vías legales para evitar tragedias como ésta”, señaló en Twitter la Oficina de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

El traslado de migrantes en camiones es uno de los métodos más habituales con el que traficantes de personas los internan en territorio mexicano, con el objetivo de llegar hasta la frontera norte e intentar cruzar hacia Estados Unidos. Esa modalidad también es una de las más temidas, según han relatado viajeros en el límite mexicano-estadounidense.

Según esos testimonios, los migrantes pasan horas encerrados en cabinas sin ventilación y evitando tomar agua para no tener que orinar, sin que los choferes atiendan sus ruegos para detenerse y no morir asfixiados. Algunos perecen en el trayecto.

Huyendo de la pobreza y la violencia en sus países, otros han preferido formar parte de caravanas que realizan buena parte del extenso recorrido a pie, sometidos a climas extremos y a la amenaza del crimen organizado.

El accidente coincidió con el inicio de la Cumbre por la Democracia del presidente estadounidense, Joe Biden, quien excluyó de la cita a Venezuela, Nicaragua, Cuba, El Salvador, Honduras, Guatemala y Haití, origen de la mayor parte de la migración indocumentada latinoamericana.

Analistas como Michael Shifter consideran que esa medida, que también involucra a Bolivia, puede dificultar la solución de la crisis migratoria.

En su camino a Estados Unidos, los migrantes son además víctimas de abusos de autoridades mexicanas, según oenegés, y de accidentes como el de este jueves.

El pasado 9 de noviembre, 12 migrantes, incluidos varios centroamericanos, fallecieron en Chiapas en un siniestro que involucró dos camionetas que quedaron calcinadas.

En octubre, tres hondureños murieron y 23 más resultaron heridos al volcarse el vehículo en el que viajaban en el estado de Veracruz (este).

También en esa región, cuatro cubanos perdieron la vida en un accidente vial en septiembre.