Una familia hondureña enfrentó la trágica pérdida de su pequeño hijo, Víctor Hugo Díaz Nolasco, un niño de tres años, quien falleció el pasado sábado por la noche al ser atropellado frente a su hogar.
La familia del menor tenían tres meses de haberse instalado en Chantilly, Virginia, inmigraron de su país en busca de mejores oportunidades.
Víctor Hugo se encontraba jugando en su triciclo cuando, en un descuido, se dirigió hacia la calle, donde fue alcanzado por las ruedas traseras de un automóvil.
Autoridades registraron que fue una camioneta Ford F-450, la que atropelló al menor, quien murió en la escena. El conductor permaneció en el lugar y aún no enfrenta cargos.
Los familiares de Hugo afirmaron que el incidente ocurrió “en un abrir y cerrar de ojos”.
“Lo extrañaré por el resto de mi vida, era tan cariñoso”, expresó entre lágrimas su padre, José Cruz Díaz.
Como forma de homenaje, los familiares y vecinos hicieron un altar para recordar a Hugo, sitio donde aún permanece su triciclo.
Los familiares hondureños afirmaron que su única motivación para seguir adelante luego del suceso es su fe cristiana.
