Tiene 25 años, es enérgico, estudia ingeniería química y no se amilana frente al poder: Víctor Cuadras, uno de los dirigentes estudiantiles que participan en el diálogo Nicaragua, afirma que impulsan 'una revolución ética' en el país.
Los estudiantes consideran que el gobierno de Daniel Ortega, en el poder desde hace 11 años, ha perdido el apoyo del pueblo, sobre todo en importantes bastiones sandinistas como Managua, Masaya y León, que en el último mes sufrieron una dura represión en el marco de las protestas antigubernamentales que dejan 58 muertos.
'Planteamos la renuncia de Ortega, el establecimiento de una junta de gobierno transitoria y el inicio de un proceso de democratización', declaró Cuadras, uno de los dirigentes de la Coalición Estudiantil Universitaria y la Sociedad Civil, en entrevista con AFP.
'Esta es una revolución ética', sostiene el joven, uno de los estudiantes que el miércoles, en la apertura del diálogo, se plantó frente a Ortega, un poderoso exguerrillero de 72 años, para exigirle el cese de la represión contra los manifestantes.
Cuadras nació en una familia sandinista: su abuelo murió acribillado por la exguardia de la dictadura somocista antes del triunfo de la Revolución de 1979, y su padre es un excombatiente sandinista.
Ahora encabeza, junto a miles de jóvenes y sectores de la sociedad nicaragüenses, una protesta que amenaza el poder de Ortega y su esposa, la vicepresidente Rosario Murillo.
El gobierno continúa siendo intransigente y dictatorial en su postura. Creímos que íbamos a ver un gobierno abierto a negociar, a cesar la represión, pero Ortega continúa reprimiendo al pueblo.
Vamos a seguir (porque) Ortega ha venido acusando al movimiento estudiantil de que no desea dialogar y no quiere la paz. Queremos demostrar que sí queremos la paz.
La seguridad de todos los estudiantes universitarios y sociedad civil involucrados en el movimiento que están siendo perseguidos.
Exigir el cese a la represión y justicia (por los muertos). Exigimos el ingreso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y los relatores de derechos humanos de las Naciones Unidas.
El tercer punto es la democratización, que incluye un montón de cosas. Conlleva a una reforma profunda de la constitución, a la independencia de todos los poderes del Estado.
Ese es el punto primordial de la democratización, la salida pacífica del régimen, porque ésta es una revolución ética, una revolución en la que estamos luchando con ideales y con el pueblo en las calles. Aquí no hay armas del lado del pueblo y no queremos que se convierta en una guerra civil.
Creo que Daniel y Rosario van a soltar el poder. Los cuadros históricos del Frente Sandinista, pienso, le van a decir: 'esto con vos no funciona, por favor retírate'.
Es totalmente falso, es la excusa que utiliza para seguir reprimiendo al pueblo. Ortega recibió clases de (Hugo) Chávez y de (Nicolás) Maduro y quiere copiar en Nicaragua el mismo modelo desvirtuando ante la opinión pública el verdadero sentido de la lucha popular.