05/12/2025
03:00 PM

Maduro cumple seis meses al frente de una Venezuela con rumbo incierto

Pero al mandatario venezolano se le reconoce su apertura en la relación con el sector privado.

Caracas. Nicolás Maduro cumple seis meses al frente de Venezuela, con los puentes rotos con la oposición y el rumbo incierto, cuando la inflación y el desabastecimiento afectan a la población a pocas semanas de cruciales elecciones municipales.

Exchofer en el metro de Caracas, Maduro suele aparecer en fotos al volante de un autobús para recordar que él es el guía elegido de la revolución bolivariana en la era post-Chávez, aunque analistas (y también opositores) coinciden en que su liderazgo está todavía en construcción y que su gestión ha sido errática.

“El gobierno luce sin un propósito claro, como no sea mantener vigente el legado de Chávez, pero uno no percibe propósitos ulteriores”, explica Teodoro Petkoff, exguerrillero comunista, exministro de Hacienda y candidato presidencial en dos ocasiones.

Reproche

Maduro inició su mandato con críticas por su manejo de la enfermedad y la muerte de Chávez, y en estos meses las divergencias en el seno del chavismo no le han permitido concretar sus anuncios de flexibilización del control de cambio, base de todos los desequilibrios económicos, entre ellos la alta inflación -casi del 50% internaual, la más alta de América Latina- y la escasez del 21% en septiembre, de las más elevadas del último año.

“Las políticas económicas de Chávez tenían sentido durante su gobierno, pero ya estaban dando indicación de la necesidad de ser reformuladas. Maduro las ha mantenido sin tener una claridad en cuanto a la acción”, explica por su lado el analista Nicmer Evans, que recuerda; sin embargo, que el gobierno todavía se “esté acoplando” y es “lógico que esté afinando” sus planteamientos.

Herencia

De Chávez, Maduro heredó su mediática forma de gobernar y su actitud de combate permanente contra la oposición y contra Estados Unidos, el principal comprador del petróleo venezolano, al que empezó tendiendo la mano y terminó por acusar de planear acabar con él tras atacar a Siria.

Pero al mandatario venezolano se le reconoce su apertura en la relación con el sector privado y su activación de la lucha contra la violencia y la extendida corrupción -un tema tabú para Chávez-, que ya ha dado sus primeros frutos con la detención de decenas de funcionarios.

Para combatir ambos frentes, solicitó en la Asamblea Nacional una ley habilitante que le daría poderes especiales durante un año para gobernar por decreto, pero la oposición denuncia que los “superpoderes” esconden el propósito de una cacería de brujas en su contra.

El pedido de superpoderes “es una ofensiva estratégica que puede tener dos tableros: no sólo el de la oposición, sino también el de disuadir a sectores internos del chavismo para consolidar el liderazgo puertas adentro”, explicó el politólogo John Magdaleno. AFP