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Macron afrenta la peor crisis de su Gobierno por 'caso Benalla'

  • 25 julio 2018 / 04:07 AM /

El mandatario francés desmintió una supuesta relación amorosa con su guardaespaldas.

París, Francia.

El 'caso Benalla', desatado por la agresión a manifestantes de un jefe de seguridad de la Presidencia francesa que se hizo pasar por policía, ha provocado la mayor crisis política del mandato de Emmanuel Macron, ante las sospechas de que el Gobierno trató de silenciar los hechos.

Cada nueva información sobre el escándalo desangra un poco más a Macron y su Ejecutivo, que comienzan a verse acorralados por una oposición que ya demanda dimisiones.

En el centro de las críticas está el ministro del Interior, Gérard Collomb, quien supo desde el día siguiente al suceso, acaecido durante las protestas del 1 de Mayo, que el encargado de la seguridad en los viajes de Macron, Alexandre Benalla, había golpeado a manifestantes mientras lucía distintivos y un casco policiales.

Benalla

El Palacio del Elíseo informó hoy de que va a despedir a Benalla. Para muchos, el anuncio llega tarde.

La pregunta que flota en el aire es por qué las autoridades no pusieron en conocimiento de la justicia -como estipula el Código Penal- el presunto delito cometido por ese miembro del círculo más cercano al mandatario.



Después de que el diario 'Le Monde' difundiese el miércoles el video amateur que ha destapado el escándalo, la Fiscalía abrió una investigación preliminar, por la que Benalla ha sido detenido y acusado de actos de violencia y usurpación de funciones.

Junto a él también ha sido arrestado Vincent Crase, responsable de la seguridad del partido de Macron que trabajaba puntualmente para la Presidencia y que, al igual que Benalla, había sido autorizado para asistir a la manifestación como 'observador'.

Mientras, el Gobierno trata atropelladamente de enmendar todo aquello que no hizo mientras el asunto permaneció en la sombra.

Otros, como el izquierdista Jean-Luc Mélénchon, llegaron a pedir una moción de censura contra el Gobierno al considerar que es el primer ministro, Edouard Philippe, el responsable último de esta situación.

¿Amante del presidente?

Para enrevesarlo todo, los datos que los medios franceses desvelan sobre el propio Benalla apuntan a un hombre extremadamente cercano a Macron y que gozaba de una serie de privilegios que obligan a cuestionarse sobre la naturaleza de su relación.

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'Le Monde' publicó hoy que el hombre, de 26 años, tiene su domicilio en unos lujosos apartamentos propiedad del Elíseo a orillas del Sena, en el Quai Branly. Irónicamente, el mismo lugar en que el expresidente François Miterrand alojaba a su amante Anne Pingeot y su hija Mazarine Pingeot.

También disponía de auto oficial con conductor y, aunque fue apartado de los viajes de Macron, estuvo presente en el autobús en el que la selección francesa desfiló este mismo lunes por París para celebrar la Copa del Mundo.

'Benalla no es mi amante', se vio obligado a aclarar el mandatario según medios locales después de que en las redes sociales se extendieran todo tipo de rumores sobre su relación con el polémico guardaespaldas.