Washington. El presidente Barack Obama recibirá en los próximos días a todos los legisladores estadounidenses para intentar poner fin al bloqueo en el Congreso sobre el presupuesto y el techo de la deuda, informó ayer la Casa Blanca al cumplirse el noveno día de un cese parcial de las actividades del Estado federal.
La falta de un acuerdo entre demócratas y republicanos amenaza con provocar el primer default en la historia del país.
Unos 900,000 funcionarios públicos federales se encuentran de vacaciones sin goce de sueldo desde el 1 de octubre porque el Congreso, dividido en una Cámara de Representantes dominada por republicanos y un Senado de mayoría demócrata no aprobó un presupuesto que permita pagarles para el año fiscal 2013-2014.
El 17 es otra fecha límite
A esta crisis sin precedentes desde 1996, se suma la amenaza de un default de pago de EUA que está generando una creciente inquietud entre los mercados bursátiles mundiales y los gobiernos extranjeros.
Pasada la fecha límite del 17 de octubre sin un aumento del techo de endeudamiento, actualmente de 16.7 billones de dólares y ya superado en mayo, EUA no podría emitir deuda ni devolver dinero a algunos acreedores en función de los límites actuales dispuestos por el Congreso.
En una rueda de prensa el martes, Obama exhortó al presidente de la Cámara de Representantes John Boehner a que someta a votación el aumento del techo de la deuda rápidamente, con el argumento de que varios republicanos votarían a favor. “Eliminemos la amenaza que pesa sobre los estadounidenses y nuestras empresas, y en el trabajo”, dijo Obama. “No podemos hacer que la extorsión sea un componente de nuestra democracia”, advirtió.
Sobre los gastos
El mandatario prometió que, luego de aprobados el presupuesto y el límite de la deuda, estaba dispuesto a negociar sobre los gastos del Estado, y se ofreció a dejar esta promesa por escrito.
Pero Boehner se niega a tomar esos pasos, hasta tanto el mandatario no haga concesiones, sobre todo con respecto a la reforma de salud promulgada en 2010, a la cual se oponen los republicanos. “La posición del presidente que rechaza hablar sin capitulación previa es inviable”, protestó Boehner, y recordó que varios presidentes, incluido Obama, han negociado en el pasado respecto al elevamiento del límite de la deuda.
El encuentro que Obama tiene previsto estos días con todos los legisladores -republicanos y demócratas de las dos asambleas- es un tímido signo de movimiento hacia la negociación, por primera vez desde el comienzo de la crisis.
Los cuatro grupos serán recibidos por separado en la Casa Blanca. El primer encuentro está programado para este miércoles con los 200 demócratas de la Cámara de Representantes, según un funcionario del Gobierno que pidió el anonimato.
Boehner ha exigido una reunión inmediata con Obama. “Esto no tiene que ver sobre mí o sobre el futuro de los republicanos, tiene que ver con el futuro de los estadounidenses y por eso hay que sentarse a negociar, no la semana que viene, sino inmediatamente”.