Nueva York.
El juicio del siglo que se celebra en una corte federal de Nueva York contra Joaquín el Chapo Guzmán ha dejado expuesto ante el mundo la corrupción entre las autoridades mexicanas, sobre todo a nivel estatal y municipal, y que permitió al narcotráfico expandirse en ese país.
Las fuertes acusaciones de los abogados defensores del exjefe del Cartel de Sinaloa contra el Gobierno de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, ha llevado a los fiscales y al juez Brian Cogan, a ejecutar gran parte de los procedimientos en secreto.
La defensa informó el pasado miércoles al juez que el testigo principal del gobierno de EEUU, Jesús el Rey Zambada, hermano de Ismael el Mayo Zambada, revelaría que su hermano, una vez le ordenó que sobornara al presidente “en funciones” de México, sin especificar si se trataba de Enrique Peña Nieto o el mandatario electo Andrés Manuel López Obrador.
La conversación ocurrió en privado, sin embargo, algunos periodistas obtuvieron una transcripción y la divulgaron en redes sociales. Fue entonces cuando el juez ordenó sellar las transcripciones de la corte y limitar las preguntas de los defensores al principal testigo.
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Durante el juicio, el Rey Zambada, ex aliado del Chapo dijo que Guzmán tenía comprados a fiscales, policías y militares mexicanos y hasta a la Interpol.
Según el Rey, él mismo pagaba unos 300,000 dólares mensuales en sobornos a distintos colaboradores en Ciudad de México.
Zambada García aseguró, además, haber hecho pagos personalmente en nombre del Chapo, como cuando alrededor de 2004 entregó 100,000 dólares al “general Toledano”, que estaba al mando en el estado de Guerrero, donde quería preparar un desembarco de cocaína colombiana.
El Rey cuenta que habló de sus planes con Guzmán y que este le aseguró que el general era su “amigo”: “me dijo que le diera de parte de él 100,000 dólares y que fuera a saludarlo” y avisarle de que iba a empezar a trabajar en la zona.
Las autoridades corruptas, según su relato, solo trabajan con un cartel por cada “plaza”, pero a través de sus distintos lugartenientes, Sinaloa controlaba buena parte de México.
También relató cómo entregó dos maletas con un total de entre seis y ocho millones de dólares en sobornos al exsecretario de Seguridad Pública mexicano Genaro García Luna en 2005 y 2006.
Sin pruebas.
“La corrupción dentro del gobierno estatal y municipal es endémica”, dijo Mike Vigil, exagente de la DEA.
En tanto, la acusación del abogado del Chapo, Jeffrey Lichtman, de que Calderón y Peña Nieto recibieron millonarios sobornos del narco generó una airada respuesta de ambos, desligándose inmediatamente del caso.
Probar esas acusaciones es difícil porque a una autoridad “le van a dar dinero en efectivo y no es como que firme un recibo”, indicó Vigil.
