El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, telefoneó esta noche a su rival presidencial republicano Donald Trump, después de que este fuera tiroteado y herido en una oreja en lo que las autoridades consideran un intento de asesinato, informó la Casa Blanca.
Joe Biden asistía en ese momento a misa en Rehoboth Beach, Delaware.
A la salida de la iglesia, Biden fue cuestionado sobre el incidente y respondió brevemente: “No”. Poco después, la Casa Blanca emitió un comunicado confirmando que Biden había sido informado del ataque.
La agenda del presidente cambió rápidamente, y se anunció una intervención pública en la que Biden condenó enérgicamente el acto de violencia. “No hay lugar en América para este tipo de violencia. Es enfermizo. Es una de las razones por las que tenemos que unir este país. No podemos permitir que esto ocurra. No podemos consentir esto”, declaró con firmeza.
En el pasado, Biden ha acusado repetidamente a Trump de alimentar la violencia política, señalando sus discursos incendiarios y la defensa de los condenados por el asalto al Capitolio. Sin embargo, en esta ocasión, la víctima fue el propio Trump, quien tuvo que ser evacuado por el Servicio Secreto tras ser aparentemente alcanzado por disparos lejanos. A pesar de sufrir sangrado en un oído y la cara, los portavoces de Trump aseguraron que se encontraba bien.
Biden intentó contactar con Trump inmediatamente después del incidente, pero inicialmente no tuvo éxito debido a que Trump estaba siendo atendido por los médicos. “Aparentemente, está bien. Tengo previsto hablar con él en breve, espero, cuando vuelva al teléfono”, comentó el presidente durante su comparecencia. Más tarde, Biden pudo mantener una conversación telefónica con Trump.