El izquierdista Pedro Castillo juró como nuevo presidente de Perú este miércoles, día que se conmemora el bicentenario de la Independencia, en medio de un clima de esperanza para una mitad de sus compatriotas y de temor para la otra.
Tres días de ceremonias marcarán la asunción de este maestro de escuela rural de Cajamarca (norte), quien tiene el desafío de superar la pandemia del covid, reactivar la economía y acabar con las convulsiones políticas que llevaron al país a tener tres presidentes en noviembre de 2020.
La nueva jefa del Congreso, la opositora María del Carmen Alva, tomó juramento al nuevo mandatario en una ceremonia que comenzó al mediodía (17H00 GMT). Muchas calles del centro de Lima estaban cercadas por la policía, que desplegó 10,000 agentes por la capital.
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'Castillo tiene que dar señales del manejo de la economía' y aclarar 'con quiénes va a sellar alianzas para [conformar] el gabinete y el Parlamento', dijo la politóloga Jessica Smith.
El nuevo presidente ha buscado disipar los temores, al descartar copiar 'modelos' extranjeros y negar que es 'chavista', y su principal asesor económico, Pedro Francke, dijo que el programa no tiene 'nada que ver con la propuesta de Venezuela'.
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Esto es un indicio de cambio en su política exterior, puesto que Perú reconoció en 2019 al opositor Juan Guaidó como legítimo gobernante venezolano, igual que otros 60 países.
Castillo recibió el lunes una llamada telefónica del jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, quien además de felicitarlo le dijo que Washington espera de él 'un rol constructivo' respecto de Venezuela, Cuba y Nicaragua.