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Melania ya ni siquiera mira a Trump

  • 10 febrero 2018 /

La lista de infidelidades del presidente es interminable y, todo indica, que la musa eslovena ya se cansó de sus constantes irrespetos.

Washington, Estados Unidos.

La reacción de Melania ha sorprendido. A fin de cuentas, ella fue la primera en exculpar a su esposo de sus declaraciones en el programa de televisión Planet Hollywood, en las que el entonces candidato decía que “cuando eres famoso” las mujeres “te dejan hacerles lo que quieras. Agarrarlas por el coño. Lo que sea”.

Y, además, Melania sabe, como lo sabe todo el mundo, que Trump es un golfo capaz de tocar las caderas a su propia hija, Jael (ése es el nombre judío de Ivanka) en plena Convención Republicana, o de decir que “si Ivanka no fuera mi hija, probablemente saldría con ella” o, incluso, decir de ella que “tiene un pedazo de culo”.

La lista de infidelidades del presidente es interminable. De hecho, cuando estaba casado con Ivana, la tenía viviendo en uno de sus casinos. En el casino de enfrente, también de su propiedad, tenía a su amante, Marla Maples, de la que solía celebrar ante su equipo directivo “lo buena que es en la cama”, según cuenta en su libro ‘Trumped’ de 1997 - mucho antes de que Trump entrara en política - precisamente el director de uno de esos casinos, John O’Donnell.

Melania, como es habitual desde el 11 de enero, no le dirige la mirada ni una sola vez, y no hace ningún ademán por tocar la mano de él.
sí que ¿qué ha pasado para que Melania ni siquiera mire a Trump?

La opción de las infidelidades es como la frase del Capitán Renault en el casino de Rick en Casablanca, entre las mesas de juego: “No me pudo creer que se esté jugando aquí”. Melania ya sabía a lo que se dedicaba su esposo. ¿Qué es lo que la ha puesto tan furiosa?

Nadie lo sabe. Pero los hechos son que en estas cuatro semanas la Primera Dama apenas se ha dejado ver en público con Trump, sino que, encima, ha adoptado decisiones muy claras para evitar que eso suceda.

Las más dura ha sido de la que menos se ha hablado: el 22 de enero fue el 13 aniversario de la boda de ambos. Pero la fecha transcurrió sin ningún tipo de referencia oficial u oficiosa. En una presidencia ejercida por una estrella de reality shows que sabe mantener la emoción y conectar con la audiencia y más aún en una Casa Blanca que parece un coladero de filtraciones, ese silencio pétreo, es más que llamativo.

Pero, además, Melania ha dejado muy claro en público su distanciamiento de Trump. El día 20, tuiteó para celebrar su primer año como primera dama: “Ha sido un año lleno de momentos maravillosos. Ni una referencia a Trump. La foto del tuit es brutal: Melania del brazo de un espectacularmente macizo escolta militar el día en que su esposo juró el cargo, y en el que ambos tuvieron una bronca de proporciones épicas.

La actriz porno fulminó la relación tras confirmar que tuvo relaciones con Trump cuando Melania se encontraba a punto de dar a luz al hijo de ambos, Barron.
El 22 de enero, la Casa Blanca anunciaba inesperadamente que la primera dama no iba a volar con su esposo al Foro Económico Mundial de Davos; entretanto, estallaba una nueva oleada de rumores sobre una presunta relación extramarital de Trump con la embajadora estadounidense en la ONU, Nikki Haley, que ha sido negado por ésta .

A esto hay que sumar que la revista In Touch desenterraba la transcripción de una entrevista de 2011 en la que Daniels describía cómo habían sido sus relaciones con Trump - “podría describir su cosa con todo detalle” - , y lo que Trump le dijo cuando ella le preguntó a cerca de su esposa la primera vez que tuvieron sexo: “No te preocupes por ella”.

Y así llegamos al último episodio de esta guerra fría. Melania rompió con la tradición al no ir con su esposo desde la Casa Blanca al Capitolio, donde éste pronunció el tradicional Discurso sobre el Estado de la Unión. La primera dama hizo el trayecto por su cuenta, acompañada por varios de los invitados al evento. Tras terminar el Discurso, medio EUA sintonizó con el show de televisión de Jimmy Kimmel, en el que el periodista entrevistó a Stormy Daniels. En esta ocasión, la estrella del porno no quiso confirmar ni desmentir su lío con Trump.