La ola de violencia en Brasil desatada durante las dos últimas semanas ha dejado al menos tres muertos y 94 ataques vandálicos.
El gobierno desplegó a los militares en el sur de Brasil para garantizar la seguridad de la ciudadania.
Río de Janeiro, Brasil.
El incendio de dos escuelas en el estado de Santa Catarina, al sur d Brasil, elevó hoy a 94 el número de ataques violentos contra establecimientos y vehículos públicos y privados registrados en los últimos doce días, informaron hoy fuentes oficiales.
La ola de violencia ha dejado al menos tres muertos, ataques incendiarios a 41 autobuses, 16 vehículos particulares y dos escuelas y además se han registrado tiroteos contra ochos puestos y cinco vehículos policiales, así como contra las viviendas de 23 policías.
Los ataques se han extendido a 31 ciudades de Santa Catarina y son atribuidos por las autoridades regionales a un grupo criminal que domina las cárceles en este estado fronterizo con Argentina en represalia a la intensificación de las operaciones contra el tráfico de drogas.
Foto: La Prensa
Militares brasileños acampan en las calles del estado de Santa Catarina para contener la nueva ola de violencia.
Pese a que en los últimos días se redujo la intensidad de los ataques, los atentados no cesaron ni con la llegada a Santa Catarina de refuerzos de la Fuerza Nacional de Seguridad ni con las medidas especiales adoptadas para garantizar el orden público durante las elecciones presidenciales y regionales del pasado domingo.
Según testigos, un grupo de desconocidos invadió una escuela en el barrio Sao Domingos de Navegantes y le prendió fuego a tres clases.
Cerca de dos horas después lo mismo ocurrió en otra escuela ubicada a unos 650 metros, pero la policía no sabe si los dos ataques están vinculados.
La gobernación de Santa Catarina advirtió que no flexibilizará las operaciones que realiza para combatir el tráfico de drogas en esta región.
Además de adoptar medidas para garantizar la seguridad, la gobernación ordenó el traslado a prisiones de otros estados de reclusos que cumplen pena en Santa Catarina y que son señalados como los promotores de los atentados.
