San José, Costa Rica.
Todo está listo para que esta noche inicie el proceso para evacuar de Costa Rica a los más de 7,000 migrantes cubanos que permanecen varados en ese país hace más de dos meses, desatando una crisis sin precedentes en la región.
El plan piloto, acordado por los gobiernos que integran el Sistema de Integración Centroamericana (Sica) arrancará con un vuelo chárter que saldrá hacia El Salvador desde el aeropuerto Daniel Oduber, en la ciudad costarricense de Liberia, a las 23.00 hora local.
La directora de Migración y Extranjería, Kathya Rodríguez, declaró que el primer grupo de 180 cubanos está definido y lo conforman únicamente personas adultas, que además son las que más tiempo han pasado en Costa Rica.
En El Salvador los cubanos tomarán autobuses que los llevarán a Guatemala y luego a México. Este traslado, organizado en colaboración con la Organización Internacional para Migraciones (OIM), lo costearán los migrantes y supone el desembolso de 555 dólares por persona.
Una vez en suelo mexicano, los cubanos deberán buscar por sus propios medios la manera de movilizarse en ese país con rumbo a EUA.
Para conformar el primer grupo que participará en el plan piloto, las autoridades costarricenses utilizaron criterios como el tiempo de estadía en el país, que la persona sea ubicable con facilidad y que además cuente con los recursos económicos para pagar el traslado.
Ortega, el villano
La crisis migratoria se originó desde el 15 de noviembre pasado cuando Nicaragua decidió cerrar su frontera a los cubanos aduciendo riesgos para la seguridad y soberanía del país. El 18 de diciembre, Costa Rica detuvo la entrega de visas a cubanos, que para ese día ascendían a 7.802, pues consideró que se agotó su capacidad para albergarlos en los albergues que habilitó.
El canciller salvadoreño, Hugo Martínez, comentó que su país “no es paso obligado” para estos migrantes, pero que ha facilitado su territorio para “ser coherente” con su posición de reclamar un “trato digno y respetuoso” para sus propios ciudadanos que emigran ilegalmente a EUA.
Todo está listo para que esta noche inicie el proceso para evacuar de Costa Rica a los más de 7,000 migrantes cubanos que permanecen varados en ese país hace más de dos meses, desatando una crisis sin precedentes en la región.
El plan piloto, acordado por los gobiernos que integran el Sistema de Integración Centroamericana (Sica) arrancará con un vuelo chárter que saldrá hacia El Salvador desde el aeropuerto Daniel Oduber, en la ciudad costarricense de Liberia, a las 23.00 hora local.
La directora de Migración y Extranjería, Kathya Rodríguez, declaró que el primer grupo de 180 cubanos está definido y lo conforman únicamente personas adultas, que además son las que más tiempo han pasado en Costa Rica.
En El Salvador los cubanos tomarán autobuses que los llevarán a Guatemala y luego a México. Este traslado, organizado en colaboración con la Organización Internacional para Migraciones (OIM), lo costearán los migrantes y supone el desembolso de 555 dólares por persona.
Una vez en suelo mexicano, los cubanos deberán buscar por sus propios medios la manera de movilizarse en ese país con rumbo a EUA.
Para conformar el primer grupo que participará en el plan piloto, las autoridades costarricenses utilizaron criterios como el tiempo de estadía en el país, que la persona sea ubicable con facilidad y que además cuente con los recursos económicos para pagar el traslado.
Ortega, el villano
La crisis migratoria se originó desde el 15 de noviembre pasado cuando Nicaragua decidió cerrar su frontera a los cubanos aduciendo riesgos para la seguridad y soberanía del país. El 18 de diciembre, Costa Rica detuvo la entrega de visas a cubanos, que para ese día ascendían a 7.802, pues consideró que se agotó su capacidad para albergarlos en los albergues que habilitó.
El canciller salvadoreño, Hugo Martínez, comentó que su país “no es paso obligado” para estos migrantes, pero que ha facilitado su territorio para “ser coherente” con su posición de reclamar un “trato digno y respetuoso” para sus propios ciudadanos que emigran ilegalmente a EUA.