Lo que comenzó como una parada de tránsito terminó en una serie de abusos, según denunció la defensa de Alexa, una mujer trans hondureña detenida en Michigan, Estados Unidos.
Un viernes de junio, la inmigrante fue detenida por la policía de Romulus mientras conducía por la autopista I-94, según informó el medio Detroit Free Press.
Aunque se le acusó únicamente de exceso de velocidad, la Patrulla Fronteriza fue notificada y la trasladó a la estación de Gibraltar, donde permaneció ocho días bajo custodia sin poder bañarse, según declaró su abogada, Ruby Robinson.
La situación se agravó tras su envío a una cárcel en Ohio, donde Alexa asegura haber sido víctima de tocamientos indebidos e intento de agresión, después de que se le negara la petición de ser ubicada en un área para mujeres. Además, fue clasificada erróneamente como suicida y se le negó el acceso a tratamiento hormonal, añadió su representante legal.
El caso ha reavivado el debate sobre el trato que reciben las personas trans e inmigrantes bajo custodia en Estados Unidos.