Los ocho países más industrializados del planeta se reunieron ayer en Huntsville, Canadá, para elaborar estrategias que permitan acabar con los déficits sin ahogar el crecimiento económico.
En esta reunión del G8, que será seguida por otra del G20 en Toronto, con la participación de los grandes países emergentes, aparecerán nuevamente divergencias entre estadounidenses y europeos sobre las estrategias para estimular la recuperación económica. Los primeros presionarán para estimular el consumo y los segundos emprenden planes de rigor presupuestario.
“Debemos actuar en conjunto por una razón simple: esta crisis demostró -y continúa demostrándolo- que nuestras economías están estrechamente vinculadas”, destacó el presidente estadounidense Barack Obama. “Y la tormenta económica puede propagarse fácilmente”, advirtió. En la noche del jueves, el Congreso estadounidense se puso de acuerdo en un proyecto de reforma de la regulación financiera, que Barack Obama hará valer ante sus homólogos.
Recordatorio
Su secretario del Tesoro, Timothy Geithner, insistió en el mismo tema ayer y llamó a Europa a “optar por poner en marcha reformas y políticas susceptibles de desembocar en tasas de crecimiento más elevadas en el futuro”. “El mundo no podrá depender tanto de Estados Unidos como en el pasado”, advirtió Geithner, cuando los datos sobre crecimiento de EUA en el primer trimestre de 2010 fueron revisados a la baja. Los europeos, contra la espada y la pared, intentaron defenderse asegurando que las políticas de austeridad decididas estos últimos meses en Alemania, Gran Bretaña y Francia, no ponían en entredicho la recuperación.
“Es tiempo de reducir los déficits” y “Europa ya tiene la experiencia de lo que significa tener grandes déficits”, respondió la canciller alemana Ángela Merkel, en alusión a las recientes dificultades de varios países de la Unión Europea, entre ellos Grecia, Portugal y España. Estados Unidos y Europa no tienen divergencias sobre la estrategia que adoptarán para preservar la recuperación económica mundial, aseguró el portavoz del primer ministro británico, David Cameron.
Invitados por Stephen Harper (Canadá), Barack Obama, Dmitri Medvedev (Rusia), Nicolas Sarkozy (Francia), Ángela Merkel (Alemania), Silvio Berlusconi (Italia), y los dos nuevos del grupo, Naoto Kan (Japón) y David Cameron (Gran Bretaña) almorzarán y cenarán a puertas cerradas en Huntsville, balneario estival de la provincia de Ontario en el bosque canadiense y al borde de un lago.