En un esfuerzo concertado, los presidentes de Francia y Estados Unidos se disponían a presionar el miércoles al líder palestino, Mahmud Abbas, para que no solicite su ingreso como miembro pleno de las Naciones Unidas y que pida en cambio un estatus más elevado en el organismo mundial.
Funcionarios estadounidenses admitieron que no pueden impedir que Abbas presente su caso ante el Consejo de Seguridad, pero manifestaron interés en que el líder palestino abandone su pedido de reconocimiento de la estadidad palestina después de entregar su carta de intención a la ONU.
Se anticipaba que Abbas solicitará formalmente su reconocimiento como estado el viernes cuando hable ante la Asamblea General. Pero podría demorar semanas o meses antes de que la ONU actúe sobre la solicitud palestina.
'El presidente dirá, francamente, lo mismo en privado que en público, que es que no consideramos que éste sea el mejor curso de acción para concretar las aspiraciones palestinas', dijo el vicedirector de seguridad nacional Ben Rhodes.
Mientras Obama solicitará formalmente a Abbas que no pida el reconocimiento como estado, la misión se enfoca realmente en reducir el daño tratando de convencer al presidente palestino de que no busque una votación en el Consejo, donde Estados Unidos ha prometido el veto. Una demora daría tiempo para producir una declaración que sirva como base para reanudar las negociaciones entre israelíes y palestinos.
Obama se reunirá también con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que llegó a Nueva York el miércoles.