18/12/2025
06:09 PM

Fracasa intento para evitar precipicio fiscal en Estados Unidos

Se espera que los líderes del Congreso presenten mañana un plan que evite la crisis.

El presidente Barack Obama y los jefes parlamentarios demócratas y republicanos se declararon “moderadamente optimistas” respecto a un eventual acuerdo de último momento, pero los plazos se acortan para evitar que el martes Estados Unidos inicie el año con una brutal cura de austeridad.

“El pueblo estadounidense está observando qué estamos haciendo. Obviamente su paciencia es actualmente muy poca”, dijo Obama, advirtiendo que si no se alcanza un acuerdo le pedirá al jefe de la mayoría demócrata en el Senado Harry Reid que presente un proyecto de ley para bloquear las alzas de impuestos automáticas que entrarían a regir el 1 de enero.

El mandatario manifestó igualmente su irritación por el mal funcionamiento del sistema político. Pese a la Navidad y las fiestas de fin de año “la gente común sigue haciendo su trabajo, cumple con los plazos, se sienta y discute las cosas, y entonces suceden cosas. La idea de que nuestros líderes electos no puedan hacer lo mismo les parece alucinante. Y eso tiene que cesar”, dijo.

“Tuvimos una reunión constructuiva”, comentó de todas maneras el presidente. “Soy moderadamente optimista en que podamos llegar a un acuerdo” antes del fin de año, agregó.

Plan de emergencia

El jefe de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, que negocia un plan con Reid, se manifestó en términos similares. “Tuvimos una buena reunión en la Casa Blanca”, dijo.
Reid y McConnell participaron durante más de una hora, en una reunión junto a Obama a la cual asistieron también el presidente republicano de la Cámara de Representantes John Boehner y la jefa de la minoría demócrata en esa asamblea Nancy Pelosi.

McConnell señaló que él y Reid trabajarán junto a la presidencia para encontrar un acuerdo “a partir del domingo” y evitar así una cura de austeridad, denominada ‘precipicio fiscal’, que podría llevar a la primera economía mundial a la recesión, según estiman los analistas.

El martes expirarán las exenciones fiscales para la mayoría de los contribuyentes adoptadas durante la presidencia de George W. Bush y entrarán en vigor drásticos recortes en el gasto público.

Los impuestos de casi todos los contribuyentes estadounidenses aumentarán unos $2,200 anuales, según la Casa Blanca.

Los recortes, consecuencia de un pacto entre demócratas y republicanos en 2011, se sentirían sobre todo en el presupuesto de Defensa y podrían derivar en despidos masivos en áreas vinculadas a ese sector.

El Ejecutivo demócrata y el Congreso, cuya cámara baja, clave en cuestiones de presupuesto y fiscales es manejada por los republicanos, no logran entenderse sobre los mecanismos para reducir el déficit público.

Obama fue reelecto en noviembre tras prometer aumentar los impuestos a quienes ganan más de $250 mil (2% de los núcleos fiscales).

Boehner, principal interlocutor del presidente en esta crisis, se dijo abierto a aumentar los ingresos fiscales pero no a un alza de impuestos a los más ricos.

Según una fuente cercana a las negociaciones, Obama tenía previsto recordar a sus interlocutores que quiere prolongar las excenciones para quienes ganan menos de $250 mil por año. También quiere prolongar los subsidios para dos millones de desempleados.

En un gesto que trasluce el bloqueo en las discusiones, antes de la reunión, la oficina de Boehner afirmó que “continuará insistiendo sobre el hecho de que la Cámara ya votó un plan para evitar el precipicio fiscal y que es ahora el Senado el que tiene que actuar”.

A esta situación se suman problemas sobre el techo de la deuda. Estados Unidos ya estuvo al borde del default en 2011 por la insistencia de los republicanos en compensar el incremento del límite de endeudamiento autorizado con recortes de gastos.

El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, advirtió que el techo legal de la deuda sería alcanzado el lunes.

Repercusión en Honduras

El inminente abismo fiscal al que se enfrenta Estados Unidos podría significar un serio revés para la economía hondureña.

Analistas económicos advierten que si no se resuelve de manera satisfactoria el problema fiscal norteamericano, el sector productivo hondureño, en especial el ramo exportador, sufrirá parte de las consecuencias.

Roldán Duarte, presidente del CHE (Colegio Hondureño de Economistas), explicó que el primer sector que será afectado es el de comercio exterior, pero no descartó que otras áreas como las remesas, la inversión extranjera directa, el turismo y los préstamos con bancos norteamericanos puedan ser perjudicadas. “Sin un acuerdo, las capas medias (en EUA) van a tener que pagar más impuestos y eso implica que la capacidad de consumo disminuye”, dijo el economista.

Eso significa que productos como el café, el banano y los productos textiles podrían tener menos pedidos, lo que se traduce en menos inversión y, por tanto, menos empleo en el país.