Trípoli.
Las fuerzas progubernamentales libias progresaron ayer hacia el centro de Sirta, principal bastión del grupo Estado Islámico (EI) en Libia, estrechando aún más el cerco a los yihadistas, bombardeados la víspera por la aviación estadounidense.
El lunes, los aviones militares estadounidenses lanzaron los primeros ataques contra posiciones del EI en Sirta, a la petición del gobierno de unión nacional (GUN) que tiene problemas para apoderarse de este bastión yihadista, situado a 450 km al este de la capital, Trípoli. EUA, que bombardean al EI en Irak y en Siria desde 2014, reiteró en múltiples ocasiones su voluntad de “destruir” a la organización.
El presidente Barack Obama afirmó ayer que los bombardeos son un tema de seguridad nacional para su país. “Está en línea con los intereses de seguridad nacional de EUA, como parte de nuestra lucha contra el EI, poder asegurar (que el GUN) pueda terminar la labor. Por eso trabajamos junto a ellos, para asegurar que el EI no se haga fuerte en Libia”, indicó.
Desde la caída del régimen de Gadafi, Libia está sumida en el caos y la guerra civil con hasta tres autoridades que pretenden controlar el país: una en Trípoli, que la ONU considera rebelde; otra en Tobruk, que reconocen numerosos países, y una tercera, llamada Gobierno de Unidad Nacional, que cuenta con respaldo de la ONU y de la Unión Europea.
Las fuerzas progubernamentales libias progresaron ayer hacia el centro de Sirta, principal bastión del grupo Estado Islámico (EI) en Libia, estrechando aún más el cerco a los yihadistas, bombardeados la víspera por la aviación estadounidense.
El lunes, los aviones militares estadounidenses lanzaron los primeros ataques contra posiciones del EI en Sirta, a la petición del gobierno de unión nacional (GUN) que tiene problemas para apoderarse de este bastión yihadista, situado a 450 km al este de la capital, Trípoli. EUA, que bombardean al EI en Irak y en Siria desde 2014, reiteró en múltiples ocasiones su voluntad de “destruir” a la organización.
El presidente Barack Obama afirmó ayer que los bombardeos son un tema de seguridad nacional para su país. “Está en línea con los intereses de seguridad nacional de EUA, como parte de nuestra lucha contra el EI, poder asegurar (que el GUN) pueda terminar la labor. Por eso trabajamos junto a ellos, para asegurar que el EI no se haga fuerte en Libia”, indicó.
Desde la caída del régimen de Gadafi, Libia está sumida en el caos y la guerra civil con hasta tres autoridades que pretenden controlar el país: una en Trípoli, que la ONU considera rebelde; otra en Tobruk, que reconocen numerosos países, y una tercera, llamada Gobierno de Unidad Nacional, que cuenta con respaldo de la ONU y de la Unión Europea.