La Oficina Antidroga de EUA (DEA) anunció hoy su decisión de mantener la marihuana en la lista de las drogas más peligrosas, donde se encuentra junto con la heroína y el éxtasis, aunque flexibilizó la normativa referente a su investigación y cultivo con fines científicos.
'El Departamento de Salud ha determinado que la marihuana cuenta con un elevado potencial para el abuso (...) por lo que la DEA ha determinado que debe mantenerse en la Categoría 1 de sustancias bajo la ley de Sustancias Controladas', indicó Chuck Rosenberg, director de la DEA, en una carta en la que rechaza la solicitud de sacar la marihuana de esa lista.
Asimismo, indicó que 'no existe evidencia de que haya consenso entre los expertos cualificados de que la marihuana es segura y efectiva para el uso a la hora de tratar una enfermedad específica y reconocida'.
Concluye, por ello, que 'los riesgos conocidos del consumo de marihuana no se han demostrado que sean compensados por los beneficios específicos en ensayos clínicos controlados que evalúan científicamente la seguridad y eficacia'.
Los movimientos a favor de la legalización del uso recreativo y medicinal habían mostrado esperanzas debido al cambio de mentalidad en EUA, con la reciente ola de aprobaciones en diversos estados del país en los que el Gobierno federal ha adoptado una política de no perseguir a los consumidores, aunque formalmente lo sigue considerando contrario a las leyes.
El Presidente Barak Obama también fue objeto de controversia por admitir que fumó marihuana en su adolescencia. 'Tal como ha sido bien documentado, fumé marihuana cuando era niño, y lo veo como un mal hábito y un vicio, no muy diferente de los cigarros que fumaba cuando era joven y gran parte de mi vida adulta. No creo que sea más peligrosa que el alcohol', dijo el mandatario a la revista New Yorker en el 2014.
'No es algo que fomente, y les he dicho a mis hijas que creo que es una mala idea, una pérdida de tiempo', agregó.