El enfermero William George Davis, de 37 años, fue declarado culpable de matar a cuatro hombres inyectándoles aire en las arterias en un hospital donde trabajó en Tyler, Texas.
El empleado de la salud es acusado por los fiscales de inyectar a los pacientes después de haberse sometido a cirugías cardíacas en el hospital Christus Trinity Mother Frances.
El doctor William Yarbrough, neumólogo del área de Dallas, aseguró que pudo determinar que había aire en el sistema arterial del cerebro de las víctimas al ver imágenes de escáneres cerebrales, algo que, dijo, nunca antes había observado en sus décadas en la medicina.
Phillip Hayes, abogado defensor de Davis, declaró ante el jurado que el hospital tenía problemas y que Davis era un chivo expiatorio que solo fue acusado porque estaba allí cuando ocurrieron las muertes.
Para emitir su sentencia, el jurado del condado de Smith deliberó durante aproximadamente una hora el martes. Luego, dieron su veredicto que halló al enfermero culpable de asesinato.
