Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de México, Enrique Peña Nieto, evitaron este viernes abordar la polémica cuestión del muro fronterizo en una reunión bilateral en el G20, en uno de los momentos más bajos de sus relaciones diplomáticas.
'El tema del muro no se trató' dijo el secretario de Relaciones Exteriores de México (canciller) Luis Videgaray al término de un encuentro que duró cerca de media hora, e insistió en que 'no es un tema de la relación bilateral'.
Poco antes del encuentro, Trump reafirmó que sigue queriendo que México pague ese muro para frenar la migración. 'Absolutamente', dijo, respondiendo a una pregunta de una periodista estadounidense.
Ese comentario, hecho cuando cuando ya estaba sentado en la sala de reuniones junto a Peña Nieto, suscitó polémica entre la delegación mexicana y, sin querer desmentirlo, Videgaray, que también estaba en la sala, aseguró que 'si lo dijo no lo escuchamos'.
Un signo más de la tensión que reina entre ambos países, a pesar de que el tono fue 'respetuoso y cordial', según el canciller.
El encuentro entre los dos mandatarios duró aproximadamente media hora y se trató prioritariamente de la compleja renegociación en curso del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que empezará el 16 de agosto.
La revisión del tratado, vigente desde 1994, entre México, Estados Unidos y Canadá, es el resultado del rechazo de Donald Trump, que lo considera nefasto para su economía y al que acusa de la destrucción de empleo en su país.
En el plano económico también se abordó la cuestión de permitir el ingreso temporal de trabajadores agrícolas mexicanos a Estados Unidos, así como trabajar conjuntamente en el desarrollo de Honduras, Guatemala y El Salvador, los tres países de Centroamérica que son el principal origen de migrantes hacia el norte.
En el frente diplomático, Trump y Putin acordaron además 'seguir muy atentos' a la situación en Venezuela, indicó el canciller mexicano.
Videgaray se ha ofrecido como mediador en la crisis que vive el país y volvió a repetir su 'absoluta condena' al reciente asalto del parlamento venezolano, en manos de la oposición, por parte de seguidores del oficialismo.
Desencuentros
La reunión de este viernes en Hamburgo, donde se celebra la cumbre del G20, es la primera entre ambos desde que Trump es presidente.
Los dos mandatarios ya se conocían desde agosto del año pasado, cuando el entonces candidato a la Casa Blanca aceptó por sorpresa una invitación a México de Peña Nieto.
En enero, el presidente mexicano decidió cancelar una visita a Washington tras la decisión de Trump de decretar la construcción del muro y de un tuit posterior, en el que afirmaba que si México no lo pagaba era mejor que su presidente cancelara la visita.
Y a mediados de junio Trump resucitó el proyecto de muro, añadiéndole un toque ecológico con un posible 'muro solar' que generaría energía y financiaría así su coste, una propuesta que los expertos recibieron con escepticismo.
Pese a esa serie de desencuentros, Videgaray quiso bajar la tensión y destacó que en su media hora de reunión este viernes la relación de los dos presidentes fue 'primero respetuosa y segundo cordial'.
'Lo importante es que esto contribuye a una relación de trabajo seria de formalidad entre dos países', añadió, a pesar de que algunos analistas comparan la crisis actual con la de 1848, cuando México perdió casi la mitad de su territorio por la guerra de intervención estadounidense.