01/12/2024
05:28 PM

Cristina, la sombra en la coronación de Felipe

La sucesión conlleva la salida automática de las dos hermanas, Cristina y Elena, de la familia real de España

Madrid.

La infanta Cristina, imputada por fraude fiscal, está apartada de los actos oficiales de la familia real desde finales de 2011, pero su sombra planeará este jueves en la coronación de su hermano como Felipe VI de España.

A la espera de un posible juicio, la hija menor del rey y su esposo Iñaki Urdangarin, en el foco de una investigación judicial por presunta corrupción que lastró la imagen de Juan Carlos y pudo acelerar su abdicación, no están invitados a la coronación.

Lo quiera o no la Casa Real, la ausencia de la hermana del futuro monarca será de las más destacadas en el Congreso de diputados durante la ceremonia de coronación, por detrás de la del propio Juan Carlos.

Sí que estará la hermana mayor de Felipe, la infanta Elena, divorciada desde 2009, al lado de la reina Sofía y el resto de la familia. 'Cristina brillará por su ausencia', resume Abel Hernández, autor de numerosos libros sobre Juan Carlos.

Todo está organizado para hacer olvidar a una pareja caída repentinamente en desgracia que ha ensuciado la imagen de una monarquía juzgada intocable durante muchos años.

Cuando estalló la tormenta, el 29 de diciembre de 2011, con la imputación de Iñaki Urdangarin por supuesta malversación de fondos públicos, la Casa Real apartó inmediatamente de sus actividades oficiales al excampeón olímpico de balonmano. Con él también quedó relegada la infanta Cristina que se mantuvo leal a su marido.

Simbólicamente, la estatua del que parecía el yerno ideal desde su boda en 1997 fue separada del resto de la familia en el museo de Cera de Madrid.

El escándalo hundió a la monarquía española en su peor crisis desde el final de la dictadura franquista, en noviembre de 1975, cuando empezó el reinado de Juan Carlos.

La Casa Real ha multiplicado sus esfuerzos para frenar el desgaste: ha publicado sus cuentas, ha congelado el salario del rey e incluso se ha lanzado a las redes sociales.

Pero Juan Carlos, debilitado por repetidos problemas de salud, se ubicó en el centro del huracán en abril de 2012 cuando tuvo que ser repatriado de Botsuana por un accidente durante una caza de elefantes mientras el país sufría el peor momento de la crisis económica.

El 7 de enero la imputación de la infanta Cristina por presunto delito fiscal y blanqueo de capitales surtió el golpe de efecto a la monarquía, culminado un mes más tarde, el 8 de febrero, con su declaración en un juzgado de Palma de Mallorca.

La imagen de una pareja trabajadora y símbolo de modernidad entre la realeza española quedaba ya muy lejos. Las tradicionales fotografías de la familia reunida en Palma de Mallorca durante las vacaciones habían desaparecido y Cristina se mudó a Suiza, oficialmente por motivos laborales.

Pero el daño estaba hecho. Para José Apezarena, que acaba de publicar un libro sobre Felipe y su esposa Letizia, las consecuencias del escándalo las ha pagado la imagen de Juan Carlos. 'A partir de ahora, es la imagen de Felipe la que se va a desgastar por el caso Urdangarin', opina.