Un tribunal de apelaciones estadounidense respaldó ayer el grueso de las medidas de control de armas aprobadas en los estados de Nueva York y Connecticut tras la matanza de la escuela Sandy Hook en 2012.
La corte señaló que las partes fundamentales de esas leyes, entre ellas la que prohíbe tener rifles de asalto semiautomáticos, no contravienen la Segunda Enmienda de la Constitución.
Sin embargo, sí dio parcialmente la razón a los demandantes -una coalición de entidades e individuos a favor de la posesión de armas- al fallar en contra de algunas normas estatales, como la que establece un límite al número de municiones cargadas que se pueden portar.
Las actuales leyes de Nueva York y Connecticut, que están entre las más estrictas del país, se aprobaron en respuesta a la tragedia vivida hace casi tres años en una escuela de la localidad de Newtown (Connecticut). El 14 de diciembre de 2012, Adam Lanza, un joven de 20 años con problemas mentales, disparó contra su madre mientras dormía y a continuación se presentó fuertemente armado a la escuela primaria a la que había asistido en su infancia, donde mató a 20 niños y 6 adultos antes de quitarse la vida.
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Piden endurecer controles
Tras conocerse el fallo, el gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, consideró que con la decisión de los jueces “se ha impuesto el sentido común”.
El gobernador defendió la necesidad de que las autoridades federales actúen y aprueben una “política nacional de control de armas sensata”. Este mes, los demócratas del Senado de EUA presentaron una iniciativa para endurecer la legislación federal sobre armas, días después del último tiroteo masivo en el país donde murieron diez personas y nueve resultaron heridas.
La propuesta incluye la imposición de controles de antecedentes para la venta de armas en Internet y en ferias y la aplicación de medidas estrictas contra el mercado ilegal de armamento.