Bogotá, Colombia.
El gobierno de Colombia y el ELN, última guerrilla activa de ese país, se encaminaron ayer hacia un cese al fuego bilateral en los diálogos de paz en Quito, en los que los rebeldes se mostraron por primera vez abiertos a abandonar los secuestros.
“Comenzamos ya la discusión de un cese al fuego, que además de detener las operaciones ofensivas entre las partes lleve una ayuda humanitaria hacia la población”, dijo el jefe negociador del ELN, Pablo Beltrán, al concluir el segundo ciclo de conversaciones con miras a poner fin a medio siglo de conflicto armado en Colombia.
Desde el inicio de las pláticas públicas en febrero, el ELN ha planteado detener las hostilidades, pero el presidente colombiano Juan Manuel Santos lo condiciona a que el grupo insurgente abandone los secuestros, atentados a infraestructuras energéticas y petroleras, extorsiones, entre otras acciones.
Al ser consultado en una entrevista en Caracol Radio sobre si el acuerdo implicaría “dejar de secuestrar” y parar los ataques a “infraestructuras petroleras y energéticas”, Beltrán respondió: “es correcto”.
Realizarán una tercera ronda diálogos en Quito a partir del 24 de julio.
El gobierno de Colombia y el ELN, última guerrilla activa de ese país, se encaminaron ayer hacia un cese al fuego bilateral en los diálogos de paz en Quito, en los que los rebeldes se mostraron por primera vez abiertos a abandonar los secuestros.
“Comenzamos ya la discusión de un cese al fuego, que además de detener las operaciones ofensivas entre las partes lleve una ayuda humanitaria hacia la población”, dijo el jefe negociador del ELN, Pablo Beltrán, al concluir el segundo ciclo de conversaciones con miras a poner fin a medio siglo de conflicto armado en Colombia.
Desde el inicio de las pláticas públicas en febrero, el ELN ha planteado detener las hostilidades, pero el presidente colombiano Juan Manuel Santos lo condiciona a que el grupo insurgente abandone los secuestros, atentados a infraestructuras energéticas y petroleras, extorsiones, entre otras acciones.
Al ser consultado en una entrevista en Caracol Radio sobre si el acuerdo implicaría “dejar de secuestrar” y parar los ataques a “infraestructuras petroleras y energéticas”, Beltrán respondió: “es correcto”.
Realizarán una tercera ronda diálogos en Quito a partir del 24 de julio.