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Brasil: continúa huelga policial en Bahía

  • Actualizado: 08 febrero 2012 /

El gobernador de Bahía, Jaques Wagner, atribuyó la falta de acuerdo a la división del movimiento de protesta.

Las negociaciones para terminar con una huelga policial en Bahía (noreste de Brasil) fracasaron este martes, en medio del cerco militar a unos 200 policías atrincherados hace una semana en el Parlamento en Salvador, capital del estado.

El gobernador de Bahía, Jaques Wagner, atribuyó la falta de acuerdo a la división del movimiento de protesta, que exige un ajuste salarial y el indulto para 12 dirigentes con orden de captura.

'El impasse es porque hay un grupo absolutamente minoritario, según la información de los coroneles y oficiales, que la verdad está preocupado' más con extender un movimiento de protesta a varios estados, señaló al canal O Globo.

El diálogo se prolongó por más de siete horas con la mediación del arzobispo de Salvador, Murilo Krieger. Las partes no anunciaron de inmediato si habrá una nueva ronda de conversaciones.

La paralización de la policía militar generó una ola de saqueos, incendios y más de 100 asesinatos en siete días, más del doble que la semana anterior, lo cual obligó al gobierno brasileño a enviar tropas para garantizar la seguridad del estado.

Los policías armados, que ocupan la sede del Parlamento regional, culparon del fracaso de la negociación al gobernador y reiteraron que resistirán cualquier intento de desalojo por la fuerza.

'Se cerró la negociación y no hubo acuerdo. La huelga continúa, la policía de Bahía continúa paralizada', dijo el policía Alexandre Leite, dirigiéndose a través de un altavoz a los manifestantes que acampan afuera del edificio legislativo para apoyar a los huelguistas.

Desde el interior del edificio, el policía Armando de Quirino dijo que los huelguistas están preparados para enfrentar un eventual asalto, según declaraciones por teléfono a la AFP.

'El gobernador mandó a tomar posiciones a los escuadrones de élite para invadir, quiere una carnicería. Si eso quiere, aquí estamos preparados', afirmó.

El Parlamento está rodeado desde el domingo por más de mil soldados al mando del general Marco Edson Gonçalves Dias, ex jefe de la seguridad del ex presidente presidente Luiz Inacio Lula da Silva durante sus dos mandatos (2003-2010).

Decenas de miles de turistas son esperados para celebrar el Carnaval en Salvador, tercera ciudad de Brasil, corazón de la cultura afro-brasileña y que acoge una de las mayores fiestas callejeras del mundo. Se esperan unos tres millones de participantes en seis días, del 16 al 21 de febrero.

El gobernador de Bahía dijo que está dispuesto a conceder el aumento pedido, que representa cerca de 17% más que el salario actual de entre 1.900 y 2.300 reales por mes (de 1.100 a 1.330 dólares), pero de manera progresiva en tres años.

Sin embargo, 'todos los que depredaron, intimidaron, tendrán que ser investigados. No hay como hablar de perdón', sostuvo Wagner, y agregó que dará a conocer su oferta a la tropa paralizada para que tomen una decisión independientemente de la opinión de sus líderes.

Según el gobierno de Bahía, un tercio de los 31.000 policías del estado participan de la huelga.

La embajada estadounidense recomendó a sus ciudadanos aplazar los viajes no esenciales a Bahía hasta que no se resuelva la violencia que ha afectado sobre todo a Salvador, una de las 12 ciudades que acogerá el Mundial de fútbol en 2014.

Los policías en huelga ocuparon la sede del Parlamento regional hace una semana, muchos acompañados por esposas e hijos. Los últimos niños habrían salido del edificio la noche del lunes.

'Reprobamos la utilización de niños como escudo humano', denunció la ministra de Derechos Humanos, Maria do Rosario, a la estatal Agencia Brasil.

Pero Valdemar Oliveira, coordinador del Centro de Defensa de la Infancia y la Adolescencia (Cedeca, no gubernamental), estuvo en el Parlamento y dijo a la AFP que ya no quedaban niños dentro.

El lunes hubo choques entre algunos manifestantes frente al Parlamento y soldados, que dispararon balas de goma y gases lacrimógenos, pero el martes no se registraron enfrentamientos y la tensión pareció disminuir.

En la ciudad, la falta de policía sustituida por militares, cambió rutinas. Las escuelas desistieron de iniciar el año escolar este martes, los bares cierran antes y los hoteles advierten a los turistas que anden con cuidado.