La economía de América Latina rebotará este año un 6,3 % tras el impacto de la pandemia, pero enfrenta el riesgo de una “nueva década perdida” si no aplica reformas urgentes en infraestructura, impuestos y educación, advirtió ayer miércoles el Banco Mundial (BM).
“La región de América Latina y el Caribe (ALC) está saliendo de la crisis de la covid-19, pero la recuperación es más lenta de lo esperado, y las secuelas que ha dejado en la economía y la sociedad tardarán años en desaparecer”, indicó el reporte semestral del organismo.
Hace cuatro meses, el BM había pronosticado una expansión del 5,2 % en la región. La estimación del 6,3 % de este año, impulsado por la aceleración de la vacunación, no logrará “revertir del todo la contracción económica de 6,7 % que tuvo lugar el año pasado” debido al impacto de la pandemia.
Las dos grandes economías regionales mostrarán sólidas expansiones, pero lo harán por debajo de la media: Brasil crecerá un 5,5 % este año, por encima del 4,5 % previsto en junio; mientras que México lo hará un 5,7 %, mejorando así el 5 % anticipado cuatro meses atrás.
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A su vez, el crecimiento en Argentina se estima en un 7,5 % este año, por encima del 6,4 % calculado previamente; mientras que la economía de Colombia se expandirá un 7,7 %, frente al 5,9 % anticipado en junio. Por su parte, Chile y Perú registrarán dos de las mayores tasas de crecimiento de la región este año, con una expansión del 10,6 % y el 11,3 %, respectivamente.
RIESGO DE NUEVA DÉCADA PERDIDA
Pero la gran alarma expresada por el BM es de cara al futuro próximo. Según sus estimaciones, el crecimiento en 2022 y en 2023 estará por debajo del 3 %, lo que renueva la “preocupación de una nueva década perdida en términos de desarrollo” en América Latina y el Caribe.
“La deslucida recuperación, sumada a las bajas tasas de crecimiento de la década anterior, sugiere la existencia de problemas estructurales internos y apunta a la urgencia de abordar la lista de déficit internos ampliamente conocidos en materia de infraestructura, educación y política energética”, señaló en una rueda de prensa virtual William Maloney, economista jefe del BM para América Latina.
Como sugerencias, el BM apuntó el rediseño de las políticas fiscales con mayor énfasis en los impuestos a la renta en lugar de los impuestos al valor agregado; y la introducción de tasas especiales al tabaco, al alcohol o productos azucarados que son beneficiosos para la salud y aumentan los ingresos.
Por otro lado, instó a las autoridades a aumentar el nivel de inversión en innovación y desarrollo, ya que el gasto promedio en la región es muy bajo, apenas el 0,6 % del PIB comparado con el 1,4 % del PIB en países de rentas media-alta; y facilitar también las alianzas con el sector privado.
OBSTÁCULOS: INFLACIÓN Y ELEVADO ENDEUDAMIENTO
El reporte, titulado “Recobrar el crecimiento: Reconstruyendo economías dinámicas pos-COVID con restricciones presupuestarias”, advierte, además, de los numerosos obstáculos que encara la región.
Entre ellos, destacó que “la persistencia” de las presiones inflacionarias a nivel mundial podría “derivar en tasas de interés más elevadas y reducir la demanda”, y que “los crecientes niveles de déficit público y endeudamiento limitan el potencial de cualquier intervención pública futura”.
En concreto, el BM sostuvo que el nivel promedio de deuda pública aumentó en 15 puntos porcentuales durante la pandemia hasta superar una media de más del 75 % del PIB regional. “En todos los casos, el margen de maniobra de los Gobiernos para acometer inversiones que promuevan el crecimiento y la equidad es reducido”, reconoció la institución.