Las gotículas, el contacto y posiblemente el aire, son las vías de transmisión del coronavirus.
El virus sigue siendo nuestro enemigo público número uno.
Foto: La Prensa
Ginebra, Suiza.
Las gotículas y el contacto con manos y superficies son las principales vías de contagio de la COVID-19, pero están 'emergiendo pruebas' de una transmisión aérea, indicó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
1
Gotículas
Foto: La Prensa
El uso de la mascarilla evita absorver las gotículas infectadas con el virus.
El primer modo de transmisión del
coronavirus probado es el de las
gotículas, pequeñas gotas de saliva que expulsa una persona
infectada al toser o estornudar, pero también cuando
canta o habla.
El virus utiliza ese entorno húmedo como vector, y puede infectar a otra persona si alcanza su
boca, su nariz o sus ojos, por donde pasa a las
células de las vías respiratorias.
Los científicos consideran que ello requiere de un contacto cercano, de alrededor de
un metro.
En cambio, esas gotículas de entre 5 y 10 micras son relativamente 'pesadas' y caen rápidamente, no permanecen suspendidas en el aire.
2
Contactos y superficies
Foto: La Prensa
Los espacios cerrados y pequeños donde las personas interactúan son focos de contagios.
El virus también puede fijarse en una
superficie manchada por las
gotículas, como las
manos, los pañuelos u otros objetos (pomos de
puerta, botones en ascensores..). Si una persona sana los toca y luego se toca la
cara, puede contagiarse.
Diferentes estudios han mostrado que el
coronavirus puede permanecer mucho tiempo en superficies inertes, como el
plástico o el acero, desde varias horas a incluso días si la temperatura y la humedad son favorables. Sin embargo, al cabo de unas horas, solo quedan restos, una cantidad insuficiente para
contagiarse.
3
por el aire
Foto: La Prensa
Y sin el envoltorio húmedo, ¿sobrevive el
virus suspendido en el aire? ¿Es lo suficientemente activo como para
contaminar a otras personas?
Este tipo de transmisión 'no puede
descartarse', señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS) la semana pasada. Sobre todo, apuntó en una ficha actualizada el jueves, en 'algunos
lugares cerrados, como sitios muy
frecuentados y mal aireados' y cuando la gente permanece en ellos 'durante un
periodo de tiempo largo'. ¿Por ejemplo? Las corales, los
restaurantes o las
clases de deporte.
En esos casos, el
virus sería transportado por
aerosoles, procedentes de la evaporación de las gotículas o por la simple
respiración de los
portadores del virus. Más pequeños (menos de 5 micras), esos aerosoles pueden mantenerse suspendidos en el interior y ser inhalados por otras personas.
'Sin embargo, las pruebas deben ser
reunidas e interpretadas', matizó una portavoz de la OMS.
Este cambio de tendencia llegó tras la publicación de una carta abierta de más de 200 científicos que reclamaban que se aplique el principio de precaución frente a la acumulación de pistas sobre 'la potencial
transmisión aérea de la
COVID-19'.
En ese texto, publicado en la revista Clinical Infectious Diseases de Oxford, los investigadores consideran que un
enfermo puede contagiar a otra persona que se encuentre a más de
dos metros de distancia.
A mediados de marzo, un estudio publicado en el New England Journal of Medicine (NEJM) mostraba que el nuevo coronavirus podía sobrevivir en un laboratorio durante tres horas en forma d
e partículas de aire.
El estudio también concluye que las
partículas del virus contenidas en esos aerosoles producidos experimentalmente pueden infectar a células in vitro, incluso después de tres horas.
Se han publicado otros estudios en la misma línea, pero de momento no se ha probado que esas partículas de
coronavirus puedan provocar
infecciones en la vida real.
4
¿Cómo repercutiría en la prevención?
Foto: La Prensa
Expertos afirman que el uso de la mascarilla reduciría en un gran porcentaje el riesgo de infectarse con el covid 19.
Esa hipótesis hace que sea 'deseable el uso de una
mascarilla adaptada, al pensar que personas infectadas pueden encontrarse cerca, y
airear suficientemente los
espacios cerrados', consideró el 15 de abril Matthew Meselson, profesor de la
Universidad de Harvard.
'La
mascarilla está en el centro de la estrategia de prevención', observó por su parte Franck Chauvin, presidente del Alto Consejo francés de Salud Pública (HCSP), pese a que hace unos meses solo se recomendara su uso para
enfermos y personal sanitario.