20/06/2025
07:49 AM

Asesor de misioneros estuvo preso

Aunque su esposa fue declarada culpable en el caso, Torres Puello salió del país -buscado por la Policía salvadoreña- antes de terminar en Haití.

    El hombre que proporcionaba asesoría legal a los miembros de una iglesia de Estados Unidos acusados de tratar de sacar niños de Haití estuvo en la cárcel estadounidense años antes de salir a la luz como el principal sospechoso en una banda de prostitución infantil en El Salvador, de acuerdo con registros judiciales y entrevistas con familiares.

    La madre y el padrastro de Jorge Aníbal Torres Puello dijeron a The Miami Herald en una entrevista el sábado que el fugitivo buscado por la Policía salvadoreña era su hijo, quien ha estado dando asesoría legal a los voluntarios estadounidenses detenidos en Puerto Príncipe.

    “Es él”, dijo entre lágrimas Ana Puello en su modesta casa a las afueras de Santo Domingo. “Pero esas cosas que dicen de él dudo que sean verdad. . . Él me dijo ‘mami, te juro que no lo hice’. Él nunca lastimaría a un niño”.

    Aunque su esposa fue declarada culpable en el caso, Torres Puello salió del país -buscado por la Policía salvadoreña- antes de terminar en Haití.

    Un presunto abogado sin título que lo respalde, Torres Puello había tenido otros encontronazos con la justicia, incluyendo una acusación en Miami en 1999 por posesión de documentos falsos, según registros judiciales. Su fianza fue revocada más tarde y se emitió una orden de arresto en su contra.

    Las revelaciones representan un elemento más en el drama que rodea a los misioneros de Idaho, que han permanecido presos por tratar de sacar a 33 niños de Haití sin contar con los permisos requeridos, tras el sismo que devastó Puerto Príncipe el 12 de enero.

    No está claro cómo Torres Puello se involucró con la Iglesia Bautista de Central Valley ni cuándo se reunió con la controvertida líder del grupo, Laura Silsby.

    Pero su padrastro Franco Cerminara dijo que su hijo no tenía intención de llevarse a los niños a Estados Unidos, sino a una iglesia en República Dominicana, donde ya se había rentado un local.

    Cerminara agregó que él fue con su hijo a llevar alimentos y medicinas a los misioneros detenidos. Torres Puello no pudo ser localizado el sábado para que hiciera comentarios.

    Misioneros

    Durante los últimos diez días, Torres Puello ha sido una figura sumamente visible en el caso de los misioneros, otorgando entrevistas a los reporteros sobre su papel como asesor legal del grupo.

    Pero poco se sabía de sus antecedentes hasta el viernes, cuando la Policía salvadoreña anunció una investigación para determinar si Torres Puello era el mismo sospechoso acusado de dirigir la organización de traficantes.

    Usando fotografías y huellas digitales, la Policía dijo que estaba cerca de confirmar que Torres Puello es la misma persona buscada por la justicia desde el año pasado por dirigir una red de prostitución que reclutaba a menores en Nicaragua, República Dominicana y El Salvador.

    En la entrevista con el Miami Herald, la madre de Torres Puello confirmó que la esposa de su hijo -Ana Josefa Galvarina Ramírez Orellana- había sido declarada culpable en el caso y estaba en prisión en El Salvador.

    La Policía desmanteló la organización el año pasado después de que tres menores de 14, 15 y 16 años de edad escaparan de una casa en El Salvador y acudieran a las autoridades a denunciar que habían sido obligadas a posar desnudas para promover la empresa.

    Su madre dijo que la mayor parte de su vida adulta, Torres Puello se la ha pasado viviendo en diferentes lugares -incluyendo Miami en los 90- y algunas veces se ha metido en problemas.

    Nacido en Yonkers, Nueva York, fue criado por su abuela en Santo Domingo, pero comenzó a cambiar tras mudarse a Miami en su adolescencia.

    “Jorge era un muchacho limpio, nunca usaba jeans”, relató Cerminara. “Era muy precoz y nunca llegaba tarde a casa”. Su madre dijo que desconocía las acusaciones de Miami, pero dijo que su hijo estuvo en prisión en Estados Unidos, aunque no en Florida. Tomado de The Miami Herald