El presidente del Banco Central de Argentina, Martín Redrado, un economista neoliberal que llegó a la política de la mano del ex presidente Carlos Menem, puso en jaque al Gobierno al negarse a ceder USD 6,500 millones del Tesoro para el pago de deuda soberana.
Redrado, de 48 años y con dos décadas en la función pública, resultó ser un inesperado enemigo para el Gobierno que planeaba echar mano en 2010 de las reservas del Banco Central, valuadas en 48,000 millones de dólares. Egresado de la estatal Universidad de Buenos Aires como licenciado en Economía, Redrado obtuvo un posgrado en Administración Pública en la prestigiosa escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, que le imprimió un ideario liberal, pero moderado.
Tenía apenas 28 años cuando ocupó la vicepresidencia de la firma Salomon Brothers para ser luego nombrado responsable para América Latina del Security Pacific Bank. En Argentina inició su carrera política de la mano del peronista neoliberal Carlos Menem (1989-99), que lo calificara públicamente como uno de los “jóvenes brillantes” de su gobierno, lo que le valió el mote de ‘golden boy’ (chico de oro) del menemismo.
Bajo el ala protectora del poderoso ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, llegó a ocupar la presidencia de la Comisión Nacional de Valores, CNV, en 1991 con sólo treinta años.