Héctor Vaccaro (61), todavía disfrutaba de paisajes llenos de adrenalina saltó en paracaídas en el aeropuerto Los Lobos de la capital argentina y terminó con su vida debido a una falla en el equipo.
Vaccaro a menudo se le veía en traje de paracaidista o de buceo.
El hombre trabajaba como supervisor de mantenimiento y taller de la paraestatal Agua y Saneamientos Argentinos (Aysa), pero dedicaba su tiempo libre a fortalecer sus habilidades como explorador submarino mientras también perseguía su sueño de convertirse en un profesional del paracaidismo.
Sus redes sociales lo explican, pues dejó publicaciones en las que mostró su estilo de vida excéntrico a su edad.
“Viajar, bucear, navegar, saltar en paracaídas” es como se describía a sí mismo en Facebook.
El trágico accidente ocurrió el 18 de junio, poco antes del Día del Padre, cuando la mochila quedó abierta mientras realizaba un curso de paracaidismo profesional.
Fue la cuarta de siete sesiones, pero desafortunadamente no pudo completar la sesión.
El accidente no pasó desapercibido para las autoridades y se abrió una investigación para determinar la causa, y el cuerpo de Héctor fue trasladado a La Plata, donde se le realizó la autopsia.
Héctor Vaccaro no dejó indiferente a nadie, con compañeros y amigos de luto por la pérdida del aficionado al deporte.
