La intención de Alejandro Jiménez era contar con el apoyo de un cartel de narcotraficantes de Colombia, liderado por los hermanos Calle Serna, y en el momento de su captura se le hallaron cerca de 450 mil dólares.
El Palidejo salió de Panamá a las 10:00 pm del viernes y entró en Colombia a eso de las 4:00 am del sábado, donde fue detenido por la Policía.
En el momento de la captura se identificó como Carlos Emilio Cardona Marín, de nacionalidad colombiana, pero las autoridades lo descubrieron por su acento y sus rasgos físicos.
Al verse descubierto, Jiménez les ofreció 500 mil dólares a los policías para evitar la detención del conductor de la lancha y un ayudante. Una de las características que lo delataron fueron sus tatuajes, luego le tomaron huellas dactilares y se envió la ficha a Costa Rica, donde se confirmó su identidad. Además se le practicó un cotejo facial.
“En el momento de la captura presentó dos tatuajes muy característicos de él y estaban registrados como un sello de identidad de este individuo”, resaltó Óscar Naranjo, director de la Policía de Colombia; apuntó que tampoco pudo ocultar su acento costarricense.
Naranjo aseguró que Jiménez había recibido la asistencia de los hermanos Javier Antonio y Luis Enrique Calle Serna, colombianos líderes de una banda de narcos, y que era el enlace del cartel de Sinaloa, dirigido por el Chapo Guzmán.
La detención del Palidejo, según la Interpol, fue un “ejemplo de rápida y efectiva cooperación policial internacional” debido a que fue asistida por las fuerzas de seguridad de Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia.