La costa este de Estados Unidos despertó el lunes bajo un cielo despejado luego de la tormenta de nieve que la azotó durante el fin de semana, aunque el transporte se mantenía complicado en algunos lugares y las oficinas de la capital seguían cerradas.
Luego de las caídas de nieve históricas del fin de semana, con hasta 61 cm en Virginia, ya no nevaba el lunes excepto en algunas partes de Maine y en el norte del estado de Nueva York.
El servicio de meteorología alertó sin embargo sobre condiciones de circulación difíciles en Virginia, Pensilvania y Maryland, en particular alrededor de Washington, debido al hielo que se formó sobre el pavimento.
El lunes, todas las oficinas federales de Washington estaban cerradas. Los funcionarios gubernamentales cuya presencia no era absolutamente necesaria en las oficinas podían no concurrir a su trabajo, y quienes podían trabajar desde su domicilio fueron alentados a hacerlo.
Alrededor de Washington, los tres aeropuertos reabrieron pero se recomendó a los pasajeros que verificaran el horario de partida de sus vuelos, debido a la saturación generada por las numerosas cancelaciones de vuelos durante el fin de semana.
Varios accidentes ocurridos en las autopistas que circundan Washington enlentecían el tráfico la mañana del lunes. La red de transportes de la capital anunció que todas las estaciones de metro estarían habilitadas durante la jornada, en tanto los trenes funcionaban con horario reducido.
25 muertos por ola de frío
Una tormenta de nieve, la mayor en décadas, cubrió ayer de blanco gran parte del este de Estados Unidos, dejando sin energía eléctrica a cientos de miles de hogares, paralizando el tráfico aéreo y varando a muchos automovilistas.
Los gobernadores de los estados de Virginia, Maryland, Virginia Occidental y Delaware declararon el estado de emergencia en anticipo de la llegada de la tormenta, la mayor en varias décadas.
Tres personas murieron en las carreteras de Virginia el sábado, en un contexto de cerca de tres mil accidentes, que cerraron las rutas interestatales durante varias horas, según las autoridades.
El Departamento de Salud de Virginia confirmó otra muerte relacionada con la tormenta.
Cientos de miles de personas se quedaron sin electricidad en sus hogares en Virginia Occidental, Tennessee, Kentucky, Virginia y Carolina del Norte.
Lo más duro de la tormenta ya superó Washington al alejarse en dirección noreste, pero muchos caminos seguían cubiertos de nieve en esta ciudad desacostumbrada a tal volumen de nieve a esta altura del año.
Sólo quedaban ráfagas aisladas tras la caída de nieve que batió el récord de 1932 para diciembre, con cuarenta centímetros cubriendo calles y casas. También fue una de las tormentas más fuertes en azotar la capital desde que comenzaron los registros en 1885.
El servicio se reanudó lentamente en los principales aeropuertos de los alrededores de la capital luego de que cientos de vuelos fueran cancelados el sábado, dejando a miles de pasajeros varados en uno de los fines de semana del año más concurridos por los viajeros. Pero el servicio de autobuses se mantenía suspendido y los trenes brindaban servicio limitado.
“Por ahora, la decisión responsable es limitar el servicio hasta que las condiciones sean seguras para nuestros clientes y empleados”, dijo el gerente general del sistema de metro, John Catoe.
La ciudad de Baltimore se cubrió con 51 cm de nieve, Filadelfia recibió 58 cm y Nueva York 36. Más al norte, Boston enfrentaba un destino similar.
Con un blanco casi total en las calles, muchos residentes se quedaron en sus casas y los centros comerciales se mantuvieron cerrados o cerraron más temprano el sábado, una fecha previa a la Navidad que suele dejar quince mil millones de dólares anuales en compras de todo el país.
La mayoría de las iglesias también se mantuvieron cerradas, al igual que museos y escuelas.
Al otro lado
Miles de europeos quedaron bloqueados en trenes, estaciones, caminos y aeropuertos debido al frío y a la nieve, que también provocaron unas veinte víctimas en Europa, en vísperas de las festividades de Navidad.
La ola de frío afecta al continente desde hace varios días, con récord de bajas temperaturas: 33.6 grados bajo cero en la madrugada del sábado en Baviera, Alemania.
El frío afectó hasta el sur de Europa. Varias zonas del norte y el centro de Portugal fueron declaradas en estado de alerta y el tráfico aéreo sufrió perturbaciones ayer en el aeropuerto de Barajas, Madrid, España.
En Francia, donde la madrugada del ayer fue particularmente fría, con 24 grados bajo cero en el este, el servicio meteorológico estimó al terminar el día que “el episodio de frío” se terminaba y levantó progresivamente el “alerta naranja” en el que estaban desde la mañana cincuenta de los 95 departamentos por la caída de nieve.
La lista de víctimas por la ola de frío no dejó sin embargo de aumentar: quince personas murieron sólo en Polonia el sábado y al menos seis durante el fin de semana en Alemania -cinco en accidentes de la circulación y un indigente en Mannheim, oeste-, mientras que en Francia un desocupado de 36 años fue encontrado muerto en su casa rodante cerca de Arras, norte, al igual que un polaco sin techo en Marsella, sureste.
En Austria, el frío mató a dos hombres de 19 y 43 años en la región de Stiria, sureste.
Las bajas temperaturas provocan desperfectos que bloquearon el tráfico de los trenes Eurostar entre Londres y París y obligaron desde el viernes a unos dos mil pasajeros a pasar la noche en el túnel bajo el Canal de la Mancha.
La empresa Eurostar anunció que la circulación permanecerá suspendida hoy y no pudo adelantar si mañana sería restablecida.
Eurostar evalúa en 24 mil la cantidad de pasajeros que esperan cruzar el Canal de la Mancha.
Los otros trenes de alta velocidad franceses estaban limitados el ayer a 220 km/h en lugar de los más de 300 km/h habituales.