Pekín, China.
Los pacientes con sangre tipo A estarían más expuestos a una infección por el nuevo coronavirus, mientras que aquellas con tipo 0 podría resistirlo mejor, según un estudio realizado en Wuhan, epicentro de la pandemia en China.
Investigadores chinos realizaron pruebas a los infectados que contrajeron la enfermedad del Covid-19, conocida como Sars-CoV-2, tomando patrones de grupos sanguíneos de más de 2,000 pacientes infectados con el virus en Wuhan y Shenzhen y los compararon con poblaciones locales saludables.
El resultado indicó que los pacientes con sangre tipo A mostraban una mayor tasa de infección y tendían a desarrollar síntomas más graves, según publicó el diario South China Morning Post.
Sin embargo, los investigadores chinos indican que el estudio se encuentra aún en su fase inician por lo que la muestra no es lo suficientemente extensa para determinar con certeza si el tipo de sangre significa un patrón de riesgo para la infección del Covid 19.
'Las personas del grupo sanguíneo A podrían necesitar una protección especial y un tratamiento más agresivo para reducir la posibilidad de infección', indicó el estudio dirigido por Wang Xinghua, director del Centro de Medicina Basada en la Evidencia y el Hospital Zhongnan de la Universidad de Wuhan.
Aquellos con el tipo 0 tenía un riesgo significativamente menor al resto de grupos. De 206 pacientes que murieron por coronavirus en Wuhan, 85 tenían sangre tipo A, que es alrededor de un 63% más que los 52 con tipo 0.
China teme una segunda ola
En tanto, China anunció este viernes que por segundo día consecutivo no registró nuevos casos de contagio local del coronavirus, pero su progreso contra la enfermedad enfrentó a otro aumento en las infecciones importadas.La caída en el número de casos en el país ofrece un rayo de esperanza para el resto del mundo a medida que una gran cantidad de otras naciones se encierran en un esfuerzo por contener la propagación de la pandemia.
El número de muertes en China también se ha reducido drásticamente, y la Comisión Nacional de Salud reportó el viernes otras tres víctimas fatales, el menor saldo diario desde que comenzó a publicar cifras, en enero.
En un hito sombrío que muestra cómo la crisis se ha trasladado de Asia a Europa, el número de muertos de China, 3,248, fue superado el jueves por Italia, donde más de 3,400 personas han muerto.
Ha habido casi 81,000 infecciones en China, pero menos de 7,000 personas siguen enfermas con COVID-19.
Se cree que el virus surgió en un mercado de animales en la ciudad china de Wuhan en diciembre.
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En enero, unos 56 millones de personas en Wuhan y la provincia de Hubei fueron sometidas a una gigantesca cuarentena, aunque las autoridades ya comenzaron a disminuir progresivamente las restricciones de viajes y desplazamientos.
Sin embargo, China ahora está preocupada por una segunda ola de infecciones provenientes del extranjero, lo que llevó a varias regiones, incluida Pekín, a obligar a las llegadas internacionales a someterse a una cuarentena durante 14 días.
La Comisión Nacional de Salud reportó 39 nuevos casos importados el viernes, elevando el total a 228.
