Texas, Estados Unidos.
El alambre de púas extendido a lo largo de la orilla del Río Bravo en la frontera entre Estados Unidos y México fue retirado ante el temor de una eventual irrupción de la caravana migrante.
El pasado dos de noviembre, militares estadounidenses apoyaron a personal de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) para colocar el alambre en la orilla del río y en la estructura elevada del Puente Internacional Reynosa-Hidalgo.
Sin embargo, la caravana cambió de estrategia y decidió irse a Tijuana.
Los centroamericanos desistieron cruzar por Nuevo Laredo y Reynosa ante el temor a ser víctimas del crimen organizado y de las bandas de traficantes de personas.
Usuarios del cruce binacional de Hidalgo con Reynosa informaron que desde el fin de semana los militares estadounidenses comenzaron a retirar el alambre.
La disminución de la vigilancia y presencia de soldados, de elementos de la Guardia Nacional estadounidense, de agentes de la Patrulla Fronteriza y de la CBP es notoria. Ayer, sólo un helicóptero de la CBP sobrevoló la zona.
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En el lugar donde fue colocada la cerca, dos unidades de la Patrulla Fronteriza permanecían vigilando ayer.
Manuel Padilla, jefe del equipo de Fuerza para la Seguridad Fronteriza en el Valle Sur de Texas, encabezó las maniobras de colocación del alambre y ejercicios de contención para impedir el paso de los migrantes.
'La situación en los puentes es la siguiente, están abiertos para negocio, para conducir todo lo de comercio y para las visitas, no hay de qué preocuparse', advirtió cuando instaló el alambre.
