Tegucigalpa, Honduras.
Los actos fueron precedidos de una alborada que se celebró este domingo en la basílica menor, que lució abarrotado de feligreses y artistas nacionales.
Miles de hondureños acuden al santuario de Suyapa en Tegucigalpa para venerar a la patrona de Honduras, en donde el hallazgo de la diminuta imagen de la virgen tallada en madera de cedro hace 273 años se conmemora este lunes para pedir que les dé salud, seguridad y empleo.
'Vengo a pedirle al Señor y a la virgencita (por mi salud) porque hace poco me operaron de un ojo en el Seguro Social y quedé muy mal', dijo a Efe Erick Soriano, un hombre de 72 años.
Señaló que procedía de la ciudad puerto de San Lorenzo, departamento sureño de Valle, fronterizo con El Salvador, para 'venerar' a la virgen de Suyapa, una imagen de 6,5 centímetros de alto.
'Dios me ha dado fuerzas de venir (...) hay que agradecerle a la virgen', enfatizó Soriano, quien además pidió a 'la Morenita', como le llaman cariñosamente sus fieles, que 'cuide' a los hondureños para que 'vivamos en paz' en el país.
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Soriano también pidió a la 'virgencita' que ayude al Gobierno a crear puestos de trabajo y mejorar la seguridad en el país, que a diario registra un promedio de catorce homicidios.
El nuncio apostólico en Tegucigalpa, Gábor Pintér, ofició hoy una misa en la Basílica Menor de Suyapa y pidió a la virgen que Honduras pueda disminuir la criminalidad que le afecta.
Destacó que el sufrimiento de la virgen María ante la muerte de su hijo, Jesús, es el mismo que 'sufre cada familia hondureña cuando pierde un ser querido'.
Entre los asistentes a la misa conmemorativa figuraron el titular de la Corte Suprema de Justicia, Rolando Argueta; funcionarios del poder Ejecutivo, diputados del Parlamento, magistrados del Poder Judicial, diplomáticos y miles de feligreses, entre otros.
 Miles de feligreses llevaron sus peticiones hasta el altar de la Patrona de Honduras.
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“María ama a cada uno de sus hijos, prestando una atención particular a quienes, como su hijo en la hora de la compasión, están sumidos en el dolor, los ama simplemente porque son sus hijos, según la voluntad de Cristo en la cruz”, enfatizó el nuncio apostólico.
El representante del Vaticano pidió a los hondureños que 'no permitan que nadie les arrebate a María de sus corazones'.
La virgen de Suyapa, que tiene conferido el grado de capitana de las Fuerzas Armadas de Honduras, fue hallada, según apuntes históricos, por los campesinos Alejandro Colíndres y Lorenzo Martínez el 3 de febrero de 1747.
El hallazgo se produjo en la aldea El Piligüin, cuando los campesinos decidieron pernoctar en el camino porque la noche les sorprendió cuando regresaban a su hogar en la aldea Suyapa, que ahora es un barrio en el extremo oriental de Tegucigalpa.
María de la Cruz Pérez, originaria del sector de Cedeño, región en el Golfo de Fonseca (Pacífico), es una de los miles de feligreses que llegó a la basílica menor, en su caso para agradecer 'el milagro' de que uno de sus hijos pudo cruzar 'al norte' (Estados Unidos).
Pérez relató a Efe que gracias a la 'virgencita' su hijo, Carlos Pérez, hace siete meses llegó a Estados Unidos, pese a los 'peligros' a los que se enfrentó en el viaje.
Como cada año, miles de fieles hondureños y extranjeros acuden a la basílica menor para refrendar su fe en la virgen de Suyapa, algunos llegan a pie, otros en bicicleta y otros más en autobuses, pero para ellos no importa la distancia ni las inclemencias del tiempo para visitar la casa de la diminuta imagen.
Muchos feligreses católicos comienzan su peregrinaje a Tegucigalpa desde una semana antes del día de la patrona de Honduras, por la masiva afluencia de personas con ocasión de la fiesta religiosa, y algunos de ellos se han apostado en campamentos levantados por organizaciones de socorro en los predios de la basílica menor.
Durante muchos años la imagen permaneció en una ermita en la aldea de Suyapa, pero después se le trasladó a un santuario cuya construcción, a pocos metros del primer templo, comenzó hace más de 50 años y en 2015 fue elevado a la categoría de basílica menor por El Vaticano.
Efe.
