Al menos una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sido golpeada, coaccionada sexualmente o ha sufrido otro tipo de abuso en su vida, según el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer.
La violencia contra las mujeres y las niñas es un problema con proporciones de epidemia, quizás la violación de los derechos humanos más generalizada de las que conocemos hoy en día.
Destroza vidas, rompe comunidades y detiene el desarrollo.
Las estadísticas muestran un panorama desolador en relación con las consecuencias de la violencia contra la mujer en el 2006 cuando el Consejo de Europa adoptó una recomendación en la que declaraba la violencia contra la mujer como una emergencia de salud pública y como causa mayor de muerte y discapacidad de mujeres entre 16 y 44 años.
Según un informe del Banco Mundial, se estimaba que la violencia contra la mujer era una causa de muerte e incapacidad entre las féminas en edad de procrear tan seria como el cáncer y una causa de mala salud más frecuente que los accidentes de tráfico y la malaria juntos.
Un informe el Centro de Control y Prevención de Enfermedades considera que sólo en Estados Unidos el costo de la violencia que sufren las mujeres a manos de sus parejas supera los 5 millones 800 mil dólares al año de los cuales unos 4 millones 100 mil son para servicios de atención médica y sanitaria directa, mientras que la productividad pierde cerca de 1,800 millones de dólares.
Difícil situación
La vida de las mujeres iraquíes, cada vez más difícil desde finales de los años ochenta, empeora si cabe bajo el efecto de la guerra civil, que recorta sus libertades y derechos a la sanidad y a la educación.
En su consulta de paredes desnudas en el centro de Bagdad, una ginecóloga de 55 años, quien no quiere dar su verdadero nombre y prefiere aparecer como Fátima, toma a diario el pulso a las iraquíes que acuden a verla.
“A menudo, sólo tienen problemas psicológicos. Hablan de un marido asesinado o cuentan que las han expulsado del barrio”, afirma esta médico.
La situación de la mujer en Irak ¿se deteriora? “Akid, akid, akid” absolutamente, responde en la oscuridad, tras un enésimo corte de electricidad.
“Las mujeres embarazadas ya no pueden acudir al hospital en plena noche. Cada vez son más las que mueren durante el parto, igual que los bebés”, asegura, al tiempo que se disculpa por no contar con estadísticas.
Según Naciones Unidas, el índice de mortalidad maternal se duplicó entre 1989 y 2001 bajo el efecto del embargo internacional contra el régimen de Saddam Hussein, que empobreció al sistema de sanidad.
Desde entonces, según la doctora, las mujeres sunitas de Bagdad temen cada vez más acudir a los hospitales dominados por los chiitas y optan a menudo por quedarse en casa, poniendo en peligro su salud.
La ginecóloga también examina a mujeres víctimas “colaterales” de la guerra.
Fátima relata que unas sufren abortos por traumatismos relacionados con la muerte de un allegado. Otras tienen problemas de fertilidad, mientras que “sólo las que tienen dinero pueden viajar a Jordania para someterse a un tratamiento”.
Layla al Aljafaji, parlamentaria de la Alianza Unificada Chiita, en el poder en Irak, reconoce que la situación ha empeorado. El temor por su seguridad lleva por ejemplo a un retroceso en el campo educativo: “Algunas familias impiden a sus hijas ir a la escuela, no porque sean contrarias a la educación, sino porque tienen miedo”, lamenta esta diputada.
En la actualidad
En el 2007 la lucha contra la violencia y la discriminación domina el Día Internacional de la Mujer, que recuerda que la igualdad de género aún está lejos de ser alcanzada.
En El Salvador, un millar de mujeres de varias organizaciones sociales se manifestaron por las calles de la capital en demanda de “respeto” a sus derechos, además de mejores empleos con salarios justos.
En Europa también se vivió una jornada con manifestaciónes a favor de la equidad de género y contra la violencia y discriminación sexual.
En Francia, la ministra de asuntos europeos, Catherine Colonna, reconoció que las “desigualdades persisten, en las democracias occidentales, al igual que en Europa y en nuestro país”.
Cerca de mil mujeres y hombres manifestaron en París contra la violencia, desigualdad e injusticia que afecta a las mujeres.

Mujeres indias llevan rocas sobre sus cabezas para una obra de construcción en un edificio en Jodhpur.
A menudo, cuentan con una protección legal insuficiente, con poca o ninguna protección social y un alto nivel de inseguridad”,
subrayó el máximo responsable de la OIT, Juan Somavia.
Estadísticas
200 millones
De mujeres se estima que están “desaparecidas” demográficamente a nivel mundial.
4 mil millones
De féminas son obligadas a ejercer la prostitución o son vendidas para este fin.
2 millones de niñas
Son objeto de la mutilación genital, lo que equivale a una niña cada 15 segundos.
Contra el machismo
Perú. La sociedad peruana arrastra la percepción de ser una sociedad machista que discrimina a la mujer, aunque últimos estudios advierten que el sexo femenino gana mayores espacios por políticas estatales que buscan desterrar el machismo y la violencia contra la mujer, según una investigación de la Universidad Católica de Lima por las celebraciones del Día internacional de la mujer.
En el mundo
1. Sigue discriminación
Las mujeres que trabajan son más numerosas que nunca, según un informe de la Oficina Internacional del Trabajo.
2. En Afganistán
La práctica de matrimonios forzosos sigue siendo corriente en este país en mujeres menores de 18 años.
3. Detallistas
En Vietnam, maridos, hijos y novios obsequiaron y agasajaron a las mujeres de sus vidas con un ramo de flores.

Chile. La presidenta Michelle Bachelet cumple hoy un año en la presidencia de Chile, un período plagado de tropiezos y marcado por la desaceleración de la economía aunque la instauración de políticas sociales le permitió mantener su popularidad en un nivel cercano al 50 por ciento.
Luego de una corta luna de miel tras asumir el 11 de marzo de 2006, los problemas para Bachelet se iniciaron a principios de mayo con las mayores protestas de estudiantes secundarios en tres décadas.
Los escolares, que permanecieron movilizados por casi 40 días, lograron poner en jaque a su Gobierno y fueron el detonante de un precoz ajuste de gabinete, que incluyó la salida del ministro del Interior, Andrés Zaldívar, y del titular de Educación, Martín Zilic.
La oposición de derecha consideró que Bachelet se mostró errática frente a los estudiantes, que exigían una profunda reforma a la educación pública chilena. Las críticas también asomaron en la economía, ya que en 2006 Chile creció sólo un 4.2 por ciento, por debajo del 6.3 por ciento en que lo hizo el año anterior.
Fue el único país en América Latina que creció menos en 2006 que en 2005. La inesperada desaceleración de la economía chilena fue atribuida a un exceso de celo del ministro de Hacienda, Andrés Velasco, empeñado en mantener la austeridad fiscal pese a que las cuentas del Fisco cerraron 2006 con un superávit histórico de casi 11 millones de dólares.
La economía sufrió también los rigores de una menor producción industrial y minera, afectada esta última por la extensa huelga en la Minera Escondida, el mayor yacimiento de cobre del mundo, responsable del 8 por ciento de la producción mundial.
En contraposición, Bachelet recibió aplausos por la firmeza que mostró al ordenar la entrega de la llamada “píldora del día después” a adolescentes mayores de 14 años de forma gratuita y sin el consentimiento de los padres, pese al férreo rechazo de la influyente Iglesia Católica.
Bachelet fue alabada también al enviar al Parlamento una reforma al sistema de pensiones heredado de la dictadura de Augusto Pinochet, que sería incapaz de asegurar pensiones dignas a casi la mitad de sus cerca de siete millones de afiliados.
La mandataria logró además sortear con éxito la muerte del ex dictador Pinochet el pasado 10 de diciembre, que amenazó con volver a polarizar a la sociedad chilena.
Bachelet, que sufrió en carne propia los rigores de su dictadura, le negó honores de Estado al ex dictador, que gobernó Chile entre 1973 y 1990, con un saldo de más de tres mil víctimas, entre muertos y desaparecidos.
En doce meses la mandataria decretó además el aumento de un 10 por ciento de las pensiones mínimas y la gratuidad en la salud para los mayores de 60 años.