San Pedro Sula, Honduras.
Los sampedranos burlaron una vez más la ley de prohibición de venta y quema de pólvora y el 24 de diciembre la capital industrial “tronó”.
En las calles y mercados de de la ciudad se vendió y se sigue vendiendo todo tipo de artefactos explosivos, que van desde lucecitas, cohetillos, bombas y metralletas hasta morteros con gran poder destructivo.
Pese a los operativos que ejecuta la Policía Municipal para decomisar los productos hechos a base de pólvora los ciudadanos se las ingenian para ingresarlos y comercializarlos.
Miguel Ángel Sorto Meza, jefe de operaciones de la Policía Municipal, dijo que los operativos para el decomiso de la pólvora finaliza hasta el 10 de enero de 2016.
El 11 de diciembre la Policía Municipal decomisó un cargamento de pólvora valorado en más de un millón de lempiras. La confiscación fue hecha en un negocio del barrio Medina, pero el producto ya fue destruido. “Estamos trabajando en conjunto con la Policía Nacional y Fusina, pero la gente siempre encuentra forma de ingresarla, pero con los decomisos que hemos hecho demostramos que estamos cumpliendo y los operativos siguen día y noche”, señaló Sorto Meza.
Indicó que en Naco, Cortés, que es la entrada a San Pedro Sula, por el occidente hay un retén permanente y los policías están revisando las unidades de transporte público.
“Se ha decomisado pólvora, pero se ha entregado porque viene con destino hacia otros municipios aledaños a San Pedro Sula y lo que hace es que le ponemos custodia para que puedan salir de nuestra ciudad”, explicó.
“Para frenar la venta hay que hacerlo desde Copán que es donde están las fábricas. No podemos sancionar a nadie porque los decomisos que se han hecho no traen destinatario o si lo traen no corresponde”, dijo funcionario.
Al hospital Mario Rivas han ingresado 20 personas con quemaduras producto de la quema de pólvora. En noviembre se atendieron 12 ciudadanos y ocho durante las celebraciones de Navidad, según Julia Sánchez, portavoz del centro asistencial.
Los sampedranos burlaron una vez más la ley de prohibición de venta y quema de pólvora y el 24 de diciembre la capital industrial “tronó”.
En las calles y mercados de de la ciudad se vendió y se sigue vendiendo todo tipo de artefactos explosivos, que van desde lucecitas, cohetillos, bombas y metralletas hasta morteros con gran poder destructivo.
Pese a los operativos que ejecuta la Policía Municipal para decomisar los productos hechos a base de pólvora los ciudadanos se las ingenian para ingresarlos y comercializarlos.
Miguel Ángel Sorto Meza, jefe de operaciones de la Policía Municipal, dijo que los operativos para el decomiso de la pólvora finaliza hasta el 10 de enero de 2016.
El 11 de diciembre la Policía Municipal decomisó un cargamento de pólvora valorado en más de un millón de lempiras. La confiscación fue hecha en un negocio del barrio Medina, pero el producto ya fue destruido. “Estamos trabajando en conjunto con la Policía Nacional y Fusina, pero la gente siempre encuentra forma de ingresarla, pero con los decomisos que hemos hecho demostramos que estamos cumpliendo y los operativos siguen día y noche”, señaló Sorto Meza.
Hasta menores de edad venden los productos hechos a base de pólvora.
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“Se ha decomisado pólvora, pero se ha entregado porque viene con destino hacia otros municipios aledaños a San Pedro Sula y lo que hace es que le ponemos custodia para que puedan salir de nuestra ciudad”, explicó.
“Para frenar la venta hay que hacerlo desde Copán que es donde están las fábricas. No podemos sancionar a nadie porque los decomisos que se han hecho no traen destinatario o si lo traen no corresponde”, dijo funcionario.
Al hospital Mario Rivas han ingresado 20 personas con quemaduras producto de la quema de pólvora. En noviembre se atendieron 12 ciudadanos y ocho durante las celebraciones de Navidad, según Julia Sánchez, portavoz del centro asistencial.