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Veda de langosta deja sin trabajo a más 2 mil buzos

  • Actualizado: 28 febrero 2013 /

Cada año miles de trabajadores del mar deben buscar alternativas para obtener ingresos, ya que la extracción de los crustáceos es prohibida cuatro meses.

La veda de la pesca de langosta y camarón entra en vigencia hoy. Aunque la medida es positiva para que los crustáceos crezcan y se reproduzcan, significa una temporada crítica para decenas de buzos y lancheros que dependen directamente de esta actividad.

El período donde es prohibida la extracción del mar de estos crustáceos dura del 1 de marzo hasta el 30 de junio del presente año.

“Es una medida que se da todos los años, ya los pescadores industriales la conocen, y es importante para que todos los productos marinos, en este caso la langosta y camarón puedan reproducirse y tengan un crecimiento normal. Así para que cuando la veda vuelva a arrancar, las especies tengan los tamaños adecuados y correctos de mejor aprovechamiento para exportaciones y ventas nacionales”, explicó José Ángel Gonzales, director regional de Dirección General de Pesca y Acuicultura (Digepesca) en La Ceiba.

La medida data desde el 21 de mayo de 2009, cuando los gobiernos de Centroamérica firmaron un reglamento para el ordenamiento regional de pesquería de la langosta del Caribe emitido por la Organización del Sector Pesquero y Acuícola del Istmo Centroamericano.

Buzos afectados

Aunque el cierre de la veda es importante para la protección de las especies, para los que dependen directamente de la extracción de la langosta y el camarón la situación es diferente.

“Significa que estaré sin trabajo durante cuatro meses. En este tiempo tengo que buscar otro trabajo para poder sostener a mi familia, es más triste la situación para nosotros que dependemos de esta actividad”, lamentó Simeón Guebral, un buzo misquito que tiene ocho dependientes que mantener.

Este hombre en tiempos de producción tiene que sumergirse hasta 140 pies de profundidad en el mar para poder capturar lo suficiente y así tener una buena ganancia.

“Es difícil, uno tiene que sacrificarse para conseguir dinero y así mantener a mis siete hijos, y son cuatro meses que tengo que esperar para salir a trabajar, mientras busco otro empleo aunque sea en la construcción”, dijo Guebral.

Son más de dos mil buzos aproximadamente los que durante este tiempo de veda se quedan sin trabajo.

“Hay unos que se dedican a la pesca y otros a sacar pepino marino, y son alternativas que dan trabajo pero no a todos”, dijo Fred Haylock, pescador industrial.

Durante este tiempo, al igual que los buzos, también los dueños de embarcaciones y capitanes tienen que valerse de otras actividades para poder sostenerse.
Cada embarcación cuando sale a faenar a mar abierto requiere de unos 80 a 100 buzos y lancheros. Son dos semanas aproximadamente las que se necesitan en cada salida para capturar las langostas y camarón en los bancos hondureños.