La sombra de un árbol de mamón sirve de espacio para las clases de 30 niños de prebásica, en la comunidad San Marcos Tamayo, del municipio de Langue, Valle, en el sur de Honduras.
Los pequeños junto con la maestra se mueven hacia diferentes puntos del solar adonde reciben las cátedras para evitar los rayos del sol sobre sus cabezas. Están en esas condiciones luego que el contratista se negara a entregar el aula que construyeron para ellos.
El constructor decidió colocar un candado en la entrada del aula para exigir su pago. Le adeudan 77 mil lempiras.