22/12/2025
01:05 PM

Un milagro pequeño

Cuando Amillia Taylor nació el 24 de octubre de 2006 en Miami pocos apostaban por su vida.

Cuando Amillia Taylor nació el 24 de octubre de 2006 en Miami pocos apostaban por su vida.

Tendida en una cuna, apenas abultaba más que un bolígrafo. Medía 24 centímetros y pesaba 280 gramos. Aunque lo peor no era su peso sino su inmadurez.

La pequeña había permanecido en el útero poco más de cinco meses, cuando el cerebro y los pulmones aún no han tenido tiempo para completar su desarrollo.

Pero Amillia se empeñó en burlar las estadísticas, las que dicen que el límite entre el milagro y lo científicamente posible se sitúa en las 24 semanas de gestación.

Por debajo de ese tiempo, la mortalidad de los bebés prematuros roza casi el cien por cien, y en el improbable caso de sobrevivir, las secuelas son tan previsibles como peligrosas.

La pequeña se convirtió en un “bebé milagro”. No sólo sobrevivió, sino que recibió el alta, tras cuatro meses en la unidad de cuidados intensivos del Baptist Children’s Hospital. Amillia nació a las 21 semanas y seis días; hasta la fecha ningún niño nacido antes de las 23 semanas había salido adelante.

“Cada día que pasábamos con ella era como navegar en aguas desconocidas. Ni siquiera sabíamos cuál era la presión sanguínea normal para un bebé tan pequeño”, confesó William Smaling, el neonatólogo que la cuidó desde su llegada al mundo.

Amillia era una niña muy deseada. Concebida por fecundación ‘in vitro’, la gestación marchaba sin problemas hasta que empezó a tener prisa por nacer. Los médicos intentaron, sin éxito, detener el parto y el 24 de octubre nacía por cesárea.

Tenía ganas de vivir. Al nacer respiraba sin ayuda e incluso intentó llorar. Después sucedieron las complicaciones. En cuidados intensivos superó problemas respiratorios y digestivos, así como una moderada hemorragia cerebral. “Para mí es una niña gordita.

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Pese a las dificultades, su madre está feliz porque sobrevivió.

Ya empieza a parecer un bebé de verdad”, decía Sonja, su madre.

Pese al alta, continúa bastante delicada y precisa de muchos cuidados. Su peso aún es muy bajo y necesita una estrecha vigilancia, la ayuda de oxígeno y tratamientos para el asma.

Datos

3

Libras pesa ahora Amillia Taylor, la mitad de lo que suele pesar un bebé nacido a término.

24

De octubre del año 2006 nació en un hospital de Miami la bebé más prematura de todo el mundo.

4

Meses permaneció la pequeña en una incubadora desde su nacimiento en el hospital norteamericano.

10

Años, los médicos han asistido a una auténtica revolución en el mundo de los niños prematuros.

37

Y 40 semanas de gestación viene al mundo la mayoría de los niños nacidos en todo el planeta.

13

Millones de infantes en todo el mundo precipitan su nacimiento y esta cifra va en aumento, según los especialistas.